CONOCE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) – 39

by AdminObra

SEGUNDA PARTE

CAPÍTULO IV

LA PATERNIDAD

Educación para el amor

 

 

 

  1. ¿Cómo se debe educar a las futuras parejas?

Se debe educar a los jóvenes, no sólo en la información sexual biológica, sino fundamentalmente en la formación para el amor. Esto supone encauzar e integrar la vida efectiva –pasiones y sentimientos- de acuerdo con los dictámenes de la recta razón, movida por una voluntad fuerte. De este modo, el orden moral objetivo se hará norma de la persona y le ayudará en el aprendizaje del amor.

  1. ¿Cómo alcanza la sexualidad su plena realización?

Para que la sexualidad alcance su plena realización es del todo necesario la educación para la castidad, como virtud que desarrolla la auténtica madurez de la persona y la hace capaz de respetar y promover el significado esponsal del cuerpo.

  1. ¿En qué consiste la castidad?

La castidad consiste en la virtud por la cual se alcanza el dominio de sí, en la capacidad de orientar el instinto sexual al servicio del amor y de integrarlo en el desarrollo de la persona. Fruto de la gracia de Dios y de nuestra colaboración, la castidad tiende a armonizar los diversos elementos que componen la pareja y a superar la debilidad de la naturaleza humana, marcada por el pecado, para que cada uno pueda seguir la vocación a la que Dios lo llama.

  1. ¿Qué decir acerca de la vida afectiva?

La vida afectiva necesita ser educada. Se manifiesta de diverso modo de acuerdo a los sexos; asume formas características en los diversos estados de vida: la unión de los cónyuges, el celibato elegido por Dios, la condición del cristiano que no ha llegado aún al momento de su compromiso matrimonial, etc. En todos los casos, los sentimientos, emociones, movimientos de afecto, etc., deben ser orientados hacia el bien de la acción, bajo el control de la voluntad. Los simples movimientos afectivos no son ni buenos ni malos, adquieren su bondad o maldad según el fin de la acción que realiza la persona.