TREINTA Y UN DÍAS DE MAYO – 6

by AdminObra

“Nazaret, la Adoración en silencio”

Nazaret, un pueblo más bien pequeño, situado en la falda de una montaña, fue el lugar donde María recibió con fe el anuncio del ángel y donde transcurrieron los años de vida oculta de Nuestro Señor. Allí, Jesús sometido a sus padres progresaba en sabiduría en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Nazaret es el hogar de la Sagrada Familia, en el que el anonadamiento del Hijo de Dios se traduce en vida cotidiana; vida de trabajo, de práctica religiosa judía; de convivencia diaria. En ese hogar contemplamos a María hecha discípula de su Hijo, conservando en su corazón y meditando en su mente las primicias del Evangelio. La contemplamos como esposa virginal de José, el hombre justo. La contemplamos adorando en silencio a Dios, alabándolo con la vida, glorificándolo con su trabajo, celebrándolo con cánticos.

El papa Pablo VI, en la Iglesia de la Anunciación en Nazaret, hizo un elogio encendido de esta vida de adoración y silencio.

Silencio, vida familiar, trabajo… Los caminos ordinarios del Reino de Dios que se va edificando en la tierra. No consiste, habitualmente, la vida cristiana en grandes gestas, sino en pequeñas gestas diarias, vivida en unión y en amistad con Jesucristo.