SANTORAL

by AdminObra

Hoy, 10 de octubre, la Iglesia celebra a:

  1. San PINITO, obispo. Creta. Se distinguió por sus escritos en defensa de la fe, y por su preocupación por el crecimiento de la grey que se le había encomendado. (180).
  2. San EULAMPIO y su hemana SANTA EULAMPIA, mártires. Nicomedia. (s. IV).
  3. Santos GEREÓN y COMPAÑEROS. Mártires. Colonia. Ofrecieron su cuello a la espada por defender la verdadera piedad. (s. IV).
  4. Santos VÍCTOR y MALOSO, mártires. Birten, Colonia. (s. IV).
  5. Santos CASIO y FLORENTINO, mártires. Bonn. (s. IV).
  6. San CLARO, obispo. Nantes. Primer obispo de la ciudad. (s. IV).
  7. San CERBONIO, obispo. Toscana. Tal como cuenta el papa San Gregorio Magno, al invadir los lombardo la región, dio pruebas de virtud al buscar refugio en la isla de Elba. (575).
  8. Santa TENCA, virgen y mártir. Troyes. Por defender su virginidad no dudó en aceptar la muerte. (s. VI).
  9. San PAULINO, obispo. Rochester. Siendo monje y discípulo del papa San Gregorio Magno, fue enviado a Inglaterra para predicar el Evangelio. Allí convirtió a Edwino, rey de Northumbría, y bautizó a todo su pueblo. (644).
  10. Santa TELQUIDE, abadesa. Meaux, Neustria. Familia noble. Notable por sus méritos y austera en sus costumbres, enseñó a las vírgenes sagradas a salir al encuentro de Cristo. (670).
  11. Santos DANIEL, SAMUEL, ÁNGEL, LEÓN, NICOLÁS y HUGOLINO, presbíteros, y DOMNO, mártires. Ceuta. Franciscanos. Enviados por el Hermano Elías a predicar el Evangelio a los moros, y que, después de sufrir insultos, cadenas y azotes, alcanzaron el martirio tras ser azotados. (1227).
  12. San JUAN, presbítero. Bridlington. Prior del monasterio de Canónigos Regulares de San Agustín, célebre por su oración, austeridad y bondad. (1379).
  13. San DANIEL COMBONI, obispo. Khartum, Sudán. Fundó el Instituto de Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, y tras ser elegido obispo en ese continente, se entregó sin reservas y predicó el Evangelio por aquellas regiones, trabajando por hacer respetar la dignidad humana. (1881).
  14. Beata ÁNGELA MARÍA TRUSZ-KOWSKA, virgen. Cracovia. Fundó la Congregación de Religiosas de San Félix de Cantalicio, para ayudar a niños abandonados, pobres y marginados. (1899).
  15. Beato LEÓN WETMANSKI, obispo. Dzialdowo, Polonia. Obispo auxiliar de Plock, que, en tiempo de un régimen contrario a Dios y a los hombres, fue encarcelado en un campo de concentración, donde consumó su martirio. (1941).
  16. Beato EDUARDO DETKENS, mártir. Linz, Austria. Nació en Polonia. Murió en la cámara de gas. (1942).

 

Hoy recordamos especialmente a SANTO TOMÁS de VILLANUEVA

Nació en 1488 en una acogedora familia de molineros de Villanueva de los Infantes.

Por una epidemia de peste, su madre debió trasladarse a la villa cercana de Fuenllana, donde dio a luz a Tomás. Pronto regresarían a su pueblo.

Allí fue educado en un ambiente de vida cristiana, en el que no faltó la caritativa atención a quienes contaban con menos recursos que ellos.

Más tarde lo enviaron a estudiar a Alcalá de Henares, donde se graduó en Artes.

Le ofrecieron la cátedra de filosofía moral de la universidad de Salamanca, pero la rechazó para ingresar en los Agustinos de esta ciudad.

Recibió el hábito de la Orden en 1516. En 1518 fue ordenado sacerdote.

Buen conocedor de las Escrituras, de San Agustín, y de otros destacados santos. Se dedicó intensamente a la predicación y al ejercicio de la caridad.

Fue prior en distintos conventos agustinos. Y visitador.

En 1526 fue nombrado provincial de Andalucía. En 1534 de Castilla.

Destacó por su humilde ejercicio de la autoridad, su amor a la Virgen y la unción de sus predicaciones.

El emperador Carlos V y la emperatriz Isabel acudían a Valladolid para escucharle, y en 1544 se autorizó la fundación de un convento de agustinos en Madrid, con la condición de que el santo residiera en él.

Como superior, elevó el nivel espiritual y cultural de la Orden, atendió con cuidado al culto litúrgico, fomentó el espíritu misionero, envió religiosos para que difundieran el Evangelio en el continente americano, y estimuló el ejercicio de la caridad.

Renunció al arzobispado de Granada. Pero por especial obediencia hubo de aceptar el de Valencia.

Era una diócesis con considerables problemas, como la abundante población morisca; la escasa formación y el bajo nivel moral del clero secular, y el abandono religioso del pueblo.

Nada más llegar, en 1545, realizó una minuciosa visita pastoral y poco después convocó un sínodo provincial.

Creó un seminario para quienes se preparaban para el sacerdocio y se alegró de la convocatoria del Concilio de Trento.

Socorrió a los pobres con el pan material y espiritual. Supo salir al paso de muy diferentes necesidades. Acogió a los necesitados con particular cuidado y afecto.

Repartió entre ellos los bienes de que podía disponer y creó un cuerpo de médicos y cirujanos para asistirlos. Recogió a niños expósitos, procurándoles alimentos, vestidos y educación.

Le caracterizó la austeridad de su vida y costumbres. La sencillez, la sobriedad, la piedad, la mansedumbre en el trato. Oraba y estudiaba. Sus sermones, basados siempre en la Sagrada Escritura y en los Santos Padres, han quedado como ejemplo de catequesis y orientación en la vida espiritual.

Para prepararse a la muerte, ordenó entregar a los pobres todo el dinero que hubiese.

Repartió todas las pertenencias de su casa. Incluso su cama. Hubo de pedir prestada una para morir.

Falleció santamente en 1555.