En esta ocasión la recomendación puede dejarnos insatisfechos esperando, si cabe, algún libro de espiritualidad, de apologética, de Historia de la Iglesia… en fin.
En esta ocasión, animamos a la compra del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica que el Papa Benedicto XVI aprobó por un Motu Proprio de 2005 para promulgar y publicar en ese año, a los veinte años de iniciarse los trabajos para la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica, bajo el impulso de Juan Pablo II y que cuajó, por fin, en el año 1992.
En aquella ocasión, el Catecismo se hacía cercano gracias a este Compendio que tenía en mente los antiguos catecismos de preguntas y respuestas para facilitar su aprendizaje mediante el ejercicio de la memorización. Ejercicio insustituible si se quiere conocer los principios de nuestra fe, de nuestra moral, de nuestra celebración, de nuestra oración.
En palabras de Benedicto XVI, este Compendio era una síntesis fiel y segura del Catecismo. Contenía, de modo conciso, todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia convirtiéndose en una especie de vademécum.
El Papa, en aquel entonces, confiaba que la entrega de este Compendio supondría la renovación de un compromiso evangelizador y una ayuda eficaz en la educación de la fe, lo cual debería caracterizar a cualquier comunidad. Creemos que el objetivo ha sido desigual, en muchos casos ni pastores ni fieles tuvieron el más básico interés ni en darlo a conocer, ni en ser conocido. El impulso misionero, pues, y la educación en la fe se siguieron debilitando y, en consecuencia, los rasgos que habrían de definir a cualquier comunidad cristiana.
El Compendio viene enriquecido con una serie de láminas de artistas de la Antigüedad y de la Edad Media que ilustran los contenidos que se tratan en las distintas partes; con las oraciones básicas y de siempre, junto con fórmulas tradicionales de piedad y devoción; y con un índice analítico muy interesante para poder consultar cualquier duda lo más directamente posible.
También reseñar, que, en su día, la Conferencia Episcopal Española elaboró una serie de fichas con base en el Compendio pensadas para enseñarlo de un modo catequético.
Es de desear, y de esperar, que algún día esté en todas las casas de los católicos para estudiarlo, vivirlo, y darlo a conocer.