Hoy, 8 de abril, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San AGABO, profeta. Movido por el Espíritu Santo anunció una gran hambre en toda la tierra, así como dificultades que San Pablo hubo de pasar, según los Hechos de los Apóstoles.
  2. Santos HERODIÓN, ASÍNCRITO y FLEGÓN, a los que San Pablo nombran en la Carta a los Romanos.
  3. San DIONISIO, obispo. En Corinto. Dotado de admirable conocimiento de la Palabra de Dios, no sólo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas. (180).
  4. Santos TIMOTEO, DIÓGENES, MACARIO y MÁXIMO, mártires. En Antioquía. (s. inc).
  5. San DIONISIO, obispo. En Alejandría de Egipto. Varón de gran erudición, que, insigne por haber confesado su fe muchas veces y admirable por la diversidad de sufrimientos y tormentos padecidos, descansó ya anciano en tiempo de los emperadores Valeriano y Galieno. (265).
  6. San AMANCIO, obispo. En Como. (449).
  7. Beato CLEMENTE de OSIMO, presbítero. En Toscana. Ermitaño de San Agustín, que dirigió y promovió la Orden con gran eficacia y adaptó sus leyes. (1291).
  8. Beato JULIÁN de SAN AGUSTÍN, religioso. En Alcalá de Henares. De la Orden de los Hermanos Menores Descalzos. Tomado por loco por su exagerada penitencia, y varias veces rechazado de la vida religiosa, predicó a Cristo más con el ejemplo de su virtud que con la palabra. (1606).
  9. Santa JULIA BILLIART, virgen. En Namur, Francia. Para asegurar la educación de las jóvenes, fundó la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora y propagó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. (1816).
  10. Beato AUGUSTO CZARTORYSKI, presbítero. En Liguria. De la Sociedad de San Francisco de Sales. Cuya salud enfermiza no le impidió caminar según la llamada de Dios y mostrar eximios ejemplos de santidad. (1893).

 

Hoy la Iglesia celebra especialmente a BEATO DOMINGO del SANTÍSIMO SACRAMENTO ITURRATE

Domingo Iturrate Zubero nació en Dina-Vizcaya en 1901 en una familia cristiana que los educó con esmero.

Llegado a la adolescencia se sintió atraído por la vida religiosa y en 1914 ingresó en el postulantado de la orden Trinitaria.

Hecho el noviciado, emitió los votos en 1918.

Fue enviado a Roma para hacer los estudios sacerdotales, y allí fue ordenado presbítero en 1925. Ya sacerdote, continuó su vida ejemplar que había llevado de estudiante, pero pudo ejercer su ministerio muy poco tiempo, porque le falló la salud y lo enviaron al convento de Belmonte (Cuenca).

Su enfermedad progresaba a la vez que daba ejemplo de una altísima espiritualidad, de modo que edificaba a toda la comunidad y a cuantos lo conocían.

Murió santamente en 1927.