Hoy, 1 de abril, la Iglesia celebra:

by AdminObra
  1. Santos VENANCIO, obispo, y compañeros, ANASTASIO, MAURO, PAULINIANO, TELIO, ASTERIO, SEPTIMIOI, ANTIOQUIANO y GAYANO; mártires. En Roma, Dalmacia e Istria. (ss. III/IV).
  2. Santa MARÍA EGIPCÍACA, penitente. En Palestina. Pecadora conocida, por intercesión de la Virgen María se convirtió a Dios en la Ciudad Santa. Llevó una vida solitaria y penitente a orillas del Jordán. (s. V).
  3. San VALERIO, presbítero. En Amiens. Atrajo a muchos a la vida ermitaña. (s. VIII).
  4. San CELSO, obispo. En Ardpatrick, Irlanda. Promovió la instauración de la Iglesia. (1129).
  5. San HUGO, obispo. En Grenoble. Trabajó en la reforma de las costumbres del clero y del pueblo, y, amante de la soledad, durante su episcopado ofreció a San Bruno, maestro suyo en otro tiempo, y a sus compañeros, el lugar de la Cartuja, que presidió como primer abad, rigiendo durante cuarenta años esta Iglesia con esmerado ejemplo de caridad. (1132).
  6. Beato HUGO, abad. En el Delfinado, Francia. Cuya caridad y prudencia lograron la armonía entre el papa Alejandro III y el emperador Federico I. (1194).
  7. San GILBERTO, obispo. En Escocia. Erigió la catedral de Dornoch y dispuso hospederías para los pobres, y al morir recomendó lo que él mismo había observado durante su vida, a saber, no hacer daño a ningún ser, llevar con paciencia las correcciones divinas y a nadie dar ocasión de tropiezo. (1245).
  8. Beato JUAN BRETTON, mártir. En York, Inglaterra. Siendo padre de familia, mostró una gran constancia en la fe de Roma. Moriría estrangulado. (1598).

Hoy destacamos a BEATO LUIS PAVONI

Nació en Brescia en 1784. El mayor de cinco hermanos. Fue ordenado sacerdote en 1807. Se dedicó a los más jóvenes, en especial a los más pobres.

En 1812 abrió para ellos un centro formativo, a la vez que se ponía a disposición de su obispo para colaborar con los párrocos en homilías, catequesis…

En 1818 fue nombrado canónigo de la catedral y rector de la Basílica de San Bernabé.

En 1821 fundó el Instituto San Bernabé para ayudar a los jóvenes a insertarse en el mundo laboral. Unía el aspecto educativo, asistencial, profesional.

La actividad primera y más importante fue la imprenta, que pronto llegó a ser una verdadera editorial.

Fueron aumentando los oficios como la encuadernación, la papelería, platería, cerrajeros, carpinteros, torneros, zapateros.

También creó una escuela agrícola para los labradores.

En 1841 acogería a los sordomudos.

En 1825 pensó en una congregación que sostuviera estas actividades. Así en 1847 se erigía canónicamente la Congregación de los Hijos de María Inmaculada. Estaba formada por religiosos sacerdotes para la dirección espiritual, disciplinar y administrativa de la obra y por religiosos laicos, para llevar adelante los talleres y la educación de los jóvenes.

Después de dimitir de su canonjía, en 1847, emitía profesión perpetua en la congregación por él fundada. Murió en 1849, con fama de santo.