BREVES MEDITACIONES CUARESMALES (Benedicto XVI)

by AdminObra

Los prisioneros de guerra que estuvieron en Rusia durante diez años o más, expuestos al frío y al hambre, después de volver dijeron: “Pude sobrevivir porque sabía que me esperaban. Sabía que había personas que me esperaban, sabía que yo era necesario y esperado”. Este amor que los esperaba fue la medicina eficaz de la vida contra todos los males.

En realidad, hay alguien que nos espera a todos. El Señor nos espera; y no sólo nos espera: está presente y nos tiende la mano. Aceptamos la mano del Señor y pidámosle que nos conceda vivir realmente, vivir la abundancia de la vida, para poder así comunicar también a nuestros contemplativos la verdadera vida, la vida en abundancia. Amén.