VÍA LUCIS A LAS 20h

by AdminObra

Nacida a finales del siglo XX, la devoción del «Camino de la Luz» ha ganado popularidad por ser «una óptima pedagogía de la fe», propia del tiempo pascual.

«14ª estación: Jesús es sepultado». Así acaba, tradicionalmente, el rezo del Vía Crucis, con Cristo en el sepulcro y la roca corrida, sellando la entrada. Para muchos cristianos, no obstante, este no es un final satisfactorio: como si se tratase de un mal final de temporada de una serie de televisión, sienten que falta algo para completar la historia. De ahí —por ejemplo— que haya iglesias que incorporan una 15ª estación, dedicada a la Resurrección.

Otras comunidades decidieron ir un paso más allá, y fruto de esta inquietud nació el Vía Lucis: el «Camino de la Luz», como complemento –o continuación– del «Camino de la Cruz». Como este, el Vía Lucis consiste en la contemplación de 14 escenas, extraídas de los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles, que continúan la historia de la Pasión. Se trata de una devoción que suele rezarse especialmente en el tiempo de Pascua: los cincuenta días posteriores al Domingo de Resurrección, que culminan en Pentecostés.