¿UN IMPULSO PARA LA CRIOGENIZACIÓN HUMANA?

(Prof. Ángel Guerra, publicado en el portal AGABI)

by AdminObra

Algunos organismos han desarrollado la capacidad de entrar en un estado de metabolismo suspendido, llamado criptobiosis, cuando las condiciones ambientales son desfavorables. Esta transición de estado requiere la ejecución de una combinación de vías genéticas y bioquímicas que permitan al organismo sobrevivir durante períodos prolongados.

En un trabajo publicado recientemente en la revista científica PLOS Genetics se demuestra que pequeños gusanos cilíndricos, conocidos como nematodos, pueden sobrevivir en un estado de animación suspendida durante decenas de miles de años. Mediante una datación por radiocarbono se determinó que estos gusanos habían permanecido en criptobiosis desde finales del Pleistoceno (~46.000 años). Análisis genéticos y morfológicos mostraron que los individuos con los que trabajaron los investigadores pertenecen a una nueva especie no descrita, a la que denominaron Panagrolaimus kolymaensis. Sorprendentemente, estas criaturas de un milímetro de largo que habían estado congeladas, fueron devueltas a la vida simplemente sumergiéndolas en agua.

El estudio, dirigido por Anastasia Shatilovich del Institute of Physicochemical and Biological Problems in Soil Science RAS (Rusia), arroja nueva luz sobre la criptobiosis.  Los gusanos se encontraron en el permafrost siberiano, una capa de suelo helado que puede encontrarse a profundidades que varían desde unos pocos centímetros hasta varios metros de espesor y que almacena grandes cantidades de carbono. Parte de las muestras fueron enviados a Alemania para análisis en los se encontraron genes cruciales responsables del estado criptobiótico. Estos mismos genes estaban presentes en otra especie de nematodo de ambientes templados, Caenorhabditis elegans, que también puede sufrir criptobiosis y fue el primer organismo de cuyo genoma se obtuvo un mapa completo. Los hallazgos brindan información valiosa para la comprensión de los procesos evolutivos, porque los tiempos de generación podrían extenderse desde días hasta milenios, y la supervivencia a largo plazo de individuos de estas especies podría conducir a la refundación de linajes que de otro modo estarían extintos.

El permafrost siberiano es un tesoro para la comunidad científica, porque ofrece una ventana al pasado distante a través de la reactivación de virus, otros organismos microscópico antiguos, y cuerpos momificados. Sin embargo, surgieron preocupaciones sobre el descubrimiento de microorganismos antiguos en medio de la pandemia de Covid, por temor a los riesgos potenciales para la humanidad. No obstante, los investigadores aseguran que sus estudios se realizan en condiciones estériles y controladas.

Todavía no se comprende bien qué vías moleculares y bioquímicas utilizan los organismos criptobióticos, pero este extraordinario descubrimiento demuestra que la vida puede detenerse y luego reanudarse aparentemente indefinidamente. «El principal mensaje de este descubrimiento es que, en principio, es posible detener la vida durante más o menos un tiempo indefinido y luego reiniciarla», dijo uno de los autores del trabajo a la prensa.

Sin duda, estos nematodos de 46.000 años de edad y su reactivación darán lugar a especulaciones sobre la viabilidad de la criogenización humana, es decir, la congelación de humanos para revivirlos más tarde.

Valoración bioética

Desde un punto de vista biomédico nos parece que hay indudables dificultades para la criogenización humana dado que no existen estudios previos que garanticen la inexistencia de efectos secundarios negativos y sobre todo la objetiva posibilidad de retornar a la vida al individuo criogenizado.

Desde un punto de vista bioético, en caso de individuos criogenizados antes de morir, es decir en proceso de muerte, estimamos que someterlos a un estado de criogenización es un acto incompatible con la dignidad humana de esos individuos.

En caso de cadáveres criogenizados después de morir, es decir, después de la separación del cuerpo y el alma, pensamos que puede existir un grave problema, teológicamente no resuelto, en cuanto a la nueva animación de ese cuerpo, en caso de  que se consiguiera su rehabilitación.