TREINTA Y UN DÍAS DE MAYO – 26 “MADRE DE LOS VIVIENTES”

by AdminObra

Al celebrar la solemnidad de la Anunciación, los cristianos celebramos la entrada del Señor en el mundo, confesándolo como Dios y como hombre verdadero.

Dios preparó a su Hijo un cuerpo para que, a través de él, cumpliese su voluntad.

María es la Virgen que creyó el anuncio del ángel y llevó a Cristo hecho hombre en sus purísimas entrañas con amor. La salvación de Dios nos llega a través de la concepción en el seno de María del “Dios-con-nosotros”. El Hijo de la Virgen, que se hizo hombre para salvar a los hombres.

María es la Madre de los Vivientes, porque es la Madre de Jesús, el Príncipe de la Vida, el Viviente que ha resucitado, el que vive.

Por la obediencia de la fe, respondiendo con su “fiat” a la palabra de Dios, María es la nueva Eva, a través de la cual nos vino la Vida

La Virgen es la Madre del Pueblo de la vida, de la Iglesia.

¿Cómo no encomendarle a Ella la causa de la Vida? A Ella que es la palabra viva de consuelo para la Iglesia en su lucha contra la cultura de la muerte. ¡Qué Ella nos conceda amar, custodiar y respetar toda vida y nos alcance de su Hijo el don de la Vida Eterna!