TREINTA Y UN DÍAS DE MAYO – 17

by AdminObra

“REINA DEL UNIVERSO”

En la Anunciación, el ángel le dice a María que su Hijo será grande y será llamado Hijo del Altísimo; que el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, que reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su Reino no tendría fin (Lc 1, 32-33). La Virgen, pues, es Reina del Universo porque es la Madre del Rey, de Jesucristo, nuestro Señor.

La Sagrada Escritura testimonia el respecto y la consideración con la que el rey Salomón trata a su madre, Betsabé. Al presentarse la madre ante su hijo, es el rey quien se levanta, sale al encuentro y le hace sentarse a la diestra en su trono (1R, 2, 19).

La fiesta de Santa María, Reina, evoca una escena similar. El Señor, Rey de Reyes, Vencedor de la muerte, ensalza a su Madre como Reina del Universo y la sienta a su derecha en el trono del Cielo. Cumple así, de modo eminente, la promesa que recoge el Apocalipsis “Al que venza, le concederá sentarse conmigo en mi trono, igual que yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap 3, 21).

El Reino de Cristo es el Reino de la Verdad y de la Vida, de la Santidad y de la Gracia, de la Justica y del Amor y de la Paz. Las características del Reino del Hijo nos ayudan a comprender la realeza de la Madre. María es la humilde esclava del Señor enaltecida como Reina gloriosa que no olvida a sus hijos ni deja de interceder por ellos. En María, Reina del Universo, que está a la derecha de Cristo, enjoyada con oro, vestida de perlas y de brocado, la Iglesia aún peregrina contempla ya realizada la plenitud de su gloria futura.