MES DEL SANTO ROSARIO – LAS LETANÍAS

by AdminObra

Las letanías marianas están compuestas de dos elementos: alabanza y súplica (“litaneía”, griego, significa “oración de súplica”).

Encuentran su origen en Oriente; las letanías marianas bizantinas más conocidas son las del himno “Akáthistos” (literalmente: para cantar “no sentados”, con gran respeto, como se escucha el Evangelio).

Se remonta este himno al año 500, aproximadamente. Una segunda parte corresponde al año 626, la liberación de Constantinopla, atribuida a la invocación a la Virgen. La gente dio gracias en pie a María durante toda la noche: de ahí el nombre “no sentado”.

LETANÍAS LAURETANAS

Hacia el año 800 el himno “Akáthistos” fue traducido al latín y comenzó a influir en los países de Occidente. Las letanías latinas más antiguas son las de los santos (siglo VII), que sirven de modelo para las letanías sucesivas.

La invocación “Santa María” es completada por otros títulos, como (primero en el siglo VIII) “Santa Madre de Dios” y “Santa Virgen de las vírgenes”.

Entre las distintas letanías marianas solo fueron aprobadas para el uso público las “Letanías Lauretanas”, como eran llamadas las letanías de los peregrinos a Loreto en el siglo XVI.

La estructura se articula hoy de este modo: las tres invocaciones iniciales, 12 (14, actualmente) invocaciones bajo el título de “Madre”, 6 bajo el título de “Virgen”, 13 invocaciones simbólicas (con un fuerte sello veterotestamentario), 4 (5 actualmente) invocaciones a María como auxiliadora (de los enfermos, de los pecadores, de los afligidos, de los cristianos), 13 invocaciones a María como Reina.

Tras la aprobación oficial (1587, Sixto V; 1601, Clemente VIII) se añadieron nuevas invocaciones en las que resuenan peticiones importantes: “Reina del Santo Rosario” (1675), “Reina concebida sin pecado original” (1846-1884), “Madre del buen consejo” (1903), “Reina de la paz” (1917); “Reina asunta al Cielo” (1950), “Madre de la Iglesia” (1980), “Reina de la familia” (1995).

Las letanías impresas en 1572 contienen 43 invocaciones, mientras hoy tenemos 51.

Entre los títulos preferidos en las letanías aparecen estructurados por las invocaciones “Madre”, “Virgen”, y “Reina”.

Los otros podrían ser resumidos por la expresión “Mediación universal”.

Así llegamos a cuatro ideas fundamentales para el análisis dogmático: la Maternidad Divina, la Virginidad Perpetua, la Mediación universal, y la Realeza.

Las 51 invocaciones son casi “fulgidísimas estrellas” que iluminan “la singular grandeza de la madre de Dios, la deslumbrante virginal pureza de su cuerpo y de su alma, el brazo fuerte y potente de la Medianera universal, el corazón magnánimo y tierno de la Reina de la tierra y del Cielo.

Recientemente, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado una disposición del Papa en una carta dirigida a los presidentes de las Conferencias Episcopales.

En ella, se señala que el Papa Francisco “ha dispuesto que, en el formulario de las letanías de la Bienaventurada Virgen María, llamadas Lauretanas, se inserten las invocaciones “Madre de la Misericordia”, “Madre de la Esperanza” y “Consuelo de los migrantes”.

Según se señala en el texto, “la primera invocación se colocará después de “Madre de la Iglesia, la segunda después de “Madre de la Divina Gracia”, la tercera después de “Refugio de los pecadoeres””.

Afirma la carta que: “Peregrina hacia la Santa Jerusalén del cielo, para gozar de la inseparable comunión con Cristo, su Esposo y Salvador, la Iglesia recorre los caminos de la historia encomendándose a Aquella que creyó en la palabra del Señor”.

Según explica la carta, el motivo por el que se incluyen estas tres nuevas advocaciones es que “son innumerables los títulos e invocaciones que la piedad cristiana, a lo largo de los siglos, ha dedicado a la Virgen María, camino privilegiado y seguro para el encuentro con Cristo. También en el tiempo presente, atravesado por motivos de incertidumbre y desconcierto, el recurso devoto a ella, lleno de afecto y confianza, es particularmente sentido por el pueblo de Dios”.

De esta manera, tenemos ahora 54 invocaciones en la Letanías Lauretanas.