LA VERDAD DE LA SAGRADA ESCRITURA – 9

by AdminObra

Los textos en forma de prosa del Antiguo Testamento se subdividen en diversos géneros inferiores, algunos poco elaborados literariamente, como son los contratos, los convenios y tratados, las listas genealógicas o de funcionarios, los mensajes y cartas, los inventarios y planos arquitectales.

Más estructuradas son las oraciones en prosa y los discursos, ya sean políticos, militares, parenéticos, sapienciales, o los llamados “discursos de despedida o de adiós”, que constituyen una especie de testamento espiritual.

Un lugar aparte ocupan las leyes y los códigos legislativos, presentes de modo especial en el Pentateuco, aunque no solo.

La forma más común de la prosa es el género narrativo, lógicamente, cuya clasificación interna presenta muchas formas literarias. Se pueden recordar el género histórico propiamente dicho (anales, crónicas, memorias, colección de documentos, biografías) y las narraciones ficticias (parábolas).

En este género narrativo se encuentran también la “saga”, relato oral que se trasmite entre el pueblo y que intenta explicar algún hecho particular, como, por ejemplo, el nombre y origen de un lugar, las novelas históricas ejemplares de Rut, Judit,… y los relatos de sueños y visiones.