LA LITERATURA APÓCRIFA – V

CONTINUANDO…

Pocos años después del “fragmento” citado del año 170, San Irineo de Lyon, que será proclamado Doctor de la Iglesia, señala contundentemente que el Evangelio es TETRAMORFO, esto es, que el único Evangelio se nos ha conservado en CUATRO FORMAS, es decir, los cuatro Evangelios canónicos.

En definitiva, que los Santos Padres denunciaron ‘evangelios’ que imitaban la forma de los canónicos, pero con una perspectiva más o menos herética, como “Evangelio de los Nazarenos”, “Evangelio de los Hebreos”, “Evangelio de los ebionitas”, “Evangelio de Pedro”. Y en ambientes gnósticos, que ya veremos en qué consisten, surgió literatura similar con estos títulos “Evangelio de la Verdad”, “Evangelio de los Egipcios”, o evangelios atribuidos a Felipe, Tomás, o Judas.