HOY FINALIZA LA CUARESMA Y COMENZAMOS EL SACRO TRIDUO PASCUAL

by AdminObra

Qué Teología tiene este tiempo, especialmente el Triduo Pascual. La respuesta es única. Celebramos la Pascua del Señor en la plenitud de su sentido salvador. Celebramos a Cristo nuestra Pascua. A la luz de la liturgia queremos, sin embargo, reflexionar acerca de la unidad de la única Pascua del Señor en sus tres momentos fundamentales del Triduo.

Son los días del Triduo del crucificado, sepultado y resucitado; se llama “Triduo Pacual” porque con su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre. En esta celebración del Misterio por medio de los signos litúrgicos y sacramentales, la Iglesia se une en íntima unión con Cristo, su Esposo.

Parece que queda excluido el Jueves Santo de estos días al hacerse referencia de la crucifixión, sepultura y resurrección del Señor, viernes, sábado y domingo. Pues sí, se excluye una alusión a la Cena del Señor y a su conmemoración litúrgica, que es tardía, respecto a la preparación del viernes y del sábado y la solemne celebración de la noche del sábado y la madrugada del domingo, unidas en un mismo día, el gran día de Pascua.

Pero si se valora justamente la celebración del Jueves Santo no es suficiente evocar la importancia de los misterios que esta celebración vespertina conmemora –la institución de la Eucaristía y del sacerdocio, el mandato nuevo- con un cierto peligro de caer en el sentimentalismo. Urgen, más bien, justificar el carácter pascual de esa Cena del Señor con una atención hacia los momentos con que Jesús celebró su Pascua y una coherente celebración de esos momentos de la liturgia de la Iglesia.

Esta sencilla reflexión litúrgica aboga por una plena justificación de la visión actual que la Iglesia tiene del Triduo Pascual y trata de ilustrarla para celebrar ahora, como Jesús la vivió en su tránsito de este mundo al Padre, la única Pascua Salvadora, Pascua de nuestra salvación que es el mismo Cristo, en la Cena, en la Cruz, en la Resurrección. Tres momentos progresivos de una única Pascua. Tres momentos entrelazados e indisolublemente unidos que ahora la Iglesia celebra al hacer memorial de la Cena del Señor, de la Pasión de Cristo y de su santa Resurrección en las tres celebraciones centrales del Triduo Pascual.