Hoy, 30 de enero, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San MATÍAS, obispo. En Jerusalén. Sufrió mucho por fidelidad a Cristo. (s. II).
  2. San BARSIMEO, obispo. En Edesa, Turquía. En tiempo de Decio fue azotado por su fe. Liberado de la cárcel tras las persecuciones dedicó el resto de su vida a gobernar con total entrega la Iglesia. (s. III).
  3. Santa MARTINA. En Roma. (677).
  4. Santa BATILDE, reina. En París. Fundó un cenobio bajo la Regla de San Benito. A la muerte de su esposo Clodoveo II, gobernó el reino de los Francos. Cuando asumió su hijo el poder, se retiró al citado monasterio y vivió hasta su muerte bajo esa Regla. (680).
  5. Santa ALDEGUNDA, abadesa. En Neustria. (684).
  6. San ARMENTARIO, obispo. En Lombardía. (731).
  7. San TEÓFILO, el “JOVEN”. En Chipre. Siendo almirante de la flota cristiana, fue apresado en Chipre y conducido a presencia del Califa de los sarracenos. Ni las amenazas ni las promesas fueron suficientes para que apostatase de la fe. Fue muerto a espada. (792).
  8. San LESMES, abad. En Burgos. Benedictino. Convirtió en monasterio la capilla de San Juan y el hospital de pobres contiguo. Fama de muchos milagros. (1097).
  9. Beato FRANCISCO TAYLOS, mártir. En Dublín. Siendo padre de familia, pasó siete años en la cárcel a causa de su fe católica y, después de soportar tribulaciones en su ancianidad, murió bajo el reino de Jacobo I. (1584).
  10. Santa JACINTA MARISCOTTI, virgen. En Viterbo, Italia. Terciaria franciscana. Después de años de vanidades y malos placeres, se convirtió y promovió confraternidades para la asistencia de los ancianos y para fomentar el culto a la Eucaristía. (1640).
  11. Beato SEBASTIÁN VALFRÉ, presbítero. En Turín. Oratoriano. Con su entrega ayudó a pobres, enfermos, encarcelados y condujo a muchos a Cristo con su amistad y su eximia caridad. (1710).
  12. San PABLO HO HYOB, mártir. En Seúl. Siendo soldado fue encerrado en prisión por confesarse cristiano y, sometido a tormento, llegaron a cederle las fuerzas, dando la impresión de retractarse, pero arrepentido y repuesto, él mismo se presentó ante el juez confirmando su fe, por lo cual falleció tras el lago maltrato al que fue sometido. (1840).
  13. Santo TOMÁS KHUNG, presbítero y mártir. En Tonkín, Vietnam. Bajo la persecución de Tu Duc confesó con gran fuerza de ánimo ser cristiano. Fue encarcelado y, de rodillas ante la Cruz, muerto a hachazos. (1860).
  14. San MURCIANO MARÍA VIAUX, en Bélgica. De los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Dado a la formación de jóvenes. (1917).
  15. Beato COLUMBA MARMIÓN, abad. Maredsous, Bélgica. Nació en Irlanda. Fue ordenado sacerdote. Llegó a ser abad de aquel monasterio benedictino, donde se distinguió como padre del cenobio, guía de almas en el camino de la santidad, así como por su riqueza en doctrina espiritual y elocuencia. (1923).
  16. Beato SEGISMUNDO PISARSKI, presbítero y mártir. En Polonia. Por no renunciar a su fe ante los perseguidores fue fusilado junto a la Parroquia del lugar. (1943).

Hoy recordamos especialmente a la Beata CARMEN GARCÍA MOYON

Nacida el 13 de septiembre de 1888 en la ciudad francesa de Nantes, hija de padre español y madre francesa, a los ocho días recibía el bautismo en la parroquia de Notredame de Bon Port de su ciudad natal.

A principios de siglo, la familia García-Moyón volvió a España, instalándose en la ciudad de Segorbe (Castellón). Allí estableció contacto con las Hermanas Terciarias Capuchinas, ingresando en la Congregación el 11 de enero de 1918, aunque no llegó a renovar sus votos religiosos. En Torrent (Valencia) colaboraba con los religiosos del Convento de Monte Sión, donde daba catequesis a los niños, ayudaba en la iglesia y hasta puso un taller de costura en su casa, donde enseñaba a las jóvenes torrentinas el arte de coser, zurcir y bordar ropas. Una verdadera catequista, cooperadora parroquial y trabajadora social.

Sus convicciones religiosas le llevaron a sufrir una muerte violenta después de ser violada por los milicianos del Frente Popular la noche del 30 de enero de 1937 en el Barranc de les Canyes, frente a la casa de Camineros, camino de Montserrat. Quienes la conocieron dicen que era muy cariñosa y comprensiva y una persona muy religiosa y sumamente piadosa.

Murió diciendo “¡Viva Cristo Rey!”