- Santos CRESTO y PAPO, mártires. En Escitia. (s. IV).
- San ULPIANO, mártir. En Tiro. Siendo adolescente fue encerrado en un odre con una serpiente y un perro, y, sumergido en el mar durante la persecución de Maximino Deza. (306).
- San JUAN, obispo. En Nápoles. Falleció en la noche santa de Pascua mientras celebraba los sagrados misterios, y, acompañado de multitud de fieles fue inhumado. (432).
- San JOSÉ, presbítero. En Constantinopla. Siendo monje, en la persecución desencadenada por los iconoclastas fue enviado a Roma para pedir la protección de la Sede. (886).
- San RICARDO, obispo. En Chichester, Inglaterra. Desterrado por Enrique III, y restituido después a esta sede. Siempre ayudó a los pobres. (1235).
- Beato GANDULFO de BINASCO SACCHI, presbítero. En Sicilia. Llevó una vida solitaria y austera, y de mucha predicación. (1260).
- Beato JUAN, presbítero. En Pina. Uno de los primeros compañeros de San Francisco, fue enviado a la Galia Narbonense dando a conocer la vida franciscana. (1275).
- Beatos ROBERTO MIDDLETON, jesuita, y TURSTANO HUNT, presbítero, mártires. En Lancaster. Éste último, al querer liberar al primero cuando era conducido prisionero, también fue apresado y, bajo el reino de Isabel I, los dos fueron condenados a muerte por ser sacerdotes. (1601).
- San LUIS SCROSOPPI, presbítero. En Udine. Oratoriano. Fundó la Congregación de Hermanas de la Divina Providencia para la educación cristiana de la juventud femenina. (1884).
- Beato PEDRO EDUARDO DANKOWSKI, presbítero y mártir. En Cracovia. Al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, fue detenido por su fe, y torturado hasta morir. (1942).
Hoy recordamos especialmente a SAN SIXTO I
Sucesor de San Alejandro y predecesor de San Telesforo, gobernó la Iglesia en tiempo del emperador Adriano, desde el 117 hasta el 128, siendo el sexto pontífice después de San Pesro. Era romano de nacimiento.
Durante su pontificado dio algunas normas referentes a la liturgia y a la organización, como que sólo los sacerdotes tocaran los vasos sagrados; que los obispos que hubieran recibido diócesis hasta que presenten las cartas apostólicas, y que después del prefacio en la misa, el sacerdote recite el Sanctus junto con los fieles.
Según algunas notas murió mártir. Fue enterrado en el Vaticano.