- San JUAN, apóstol, que junto a su hermano Santiago y con Pedro fue testigo de la Transfiguración y de la Pasión del Señor, y al pie de la Cruz recibió de El a María como Madre. En su Evangelio y en otros escritos se muestra como teólogo, habiendo contemplado la gloria del Verbo encarnado y anunciando al que vio.
- San TEODORO, monje, presbítero y mártir, en Bitinia, hoy Turquía. Junto con su hermano San Teófanes sufrió en Constantinopla azotes, cárcel, destierro y llagas en la frente por defender las imágenes. (841).
- Beato ALFREDO PARTE, presbítero y mártir. En Santander. De las Escuelas Pías. Asesinado por ser sacerdote. (1936).
- Beato JOSÉ MARÍA CORBÍN FERRER, mártir. En Santander. Martirizado por su condición de católico en una embarcación en el puerto. (1936).
Hoy destacamos a:
SANTA FABIOLA.
Noble romana, descendiente de la familia Flavia, debió llevar de joven una vida bastante mundana con su marido, de quien se divorció para volverse a casar. Pero, una vez viuda, un Sábado Santo se presentó en la Basílica de San Juan de Letrán, vestida de penitente, para pedir perdón al papa y a todos los fieles arrepentida de su vida pasada.
A partir de entonces cambió radicalmente de vida; dio bienes a los pobres y a los monasterios, y fundó en Roma un hospital para atender a los enfermos abandonados. Peregrinó a Palestina en 394.
Allí se encontró con San Jerónimo y, orientada por él, vivió retirada como ermitaña, dedicada a la oración y al estudio de la Sagrada Escritura.
Por el peligro de las invasiones de los pueblos germanos, regresó a Roma, donde continuó dando testimonio de oración y caridad.
Vivió pobremente, dedicada a la oración y a la beneficencia, hasta su muerte, que tuvo lugar en 399.