Hoy, 24 de noviembre, la Iglesia celebra a…

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  1. San CRISÓGONO, mártir, en el territorio actual de Venecia, se le da culto, no obstante en Roma. (304).
  2. Santa FIRMINA, mártir, en Umbría. (304).
  3. San PROTASIO, obispo, en Milán. Defendió ante el Emperador Constante a San Atanasio; participó en el Concilio de Sárdica. (352).
  4. San ROMANO, presbítero, en la Aquitania. (385).
  5. San COLMANO, abad, en la Aquitania. Siendo joven esclavo buscó refugio y la libertad en un monasterio, en el cual se hizo monje y llegó a ser abad, donde murió ya anciano agotado por las penitencias. (532).
  6. Santas FLORA y MARÍA, vírgenes y mártires, en Córdoba, que en la persecución llevada a cabo por los musulmanes fueron encarceladas con San Eulogio y muertas a espada. (856).
  7. San ALBERTO de LOVAINA, obispo y mártir, en Reims, Galia. Desterrado por defender a la Iglesia a Lieja, allí mismo, fue ordenado obispo y martirizado. (1192).
  8. Santos PEDRO DUMOULIN-BORIE, obispo de la Sociedad de Misiones Extranjeras, y PEDRO VO DANG KHOA y VICENTE NGYEN THO DIEM, sacerdotes, en Annam, hoy Vietnam, que padecieron martirio por orden del Emperador Minh Mang, al ser decapitado el primero y estrangulados los otros. (1838).
  9. Beatas NICETAS DE SANTA PRUDENCIA PLAJA XIFRA y COMPAÑERAS, vírgenes y mártires, en Paterna, Valencia, del Instituto de Hermanas Carmelitas de la Caridad. Fusiladas por los marxistas. (1936).

Hoy destacamos a:

San ANDRÉS DUNG LAC y COMPAÑEROS MÁRTIRES. Este grupo de mártires está formado por ocho obispos, cincuenta sacerdotes y cincuenta y nueve laicos.

De los clérigos y religiosos, once eran dominicos, diez pertenecían a la Sociedad de Misiones Extranjeras y los demás pertenecían al clero local, junto con un seminarista.

En cuanto a los laicos, muchos eran padres de familia, una madre, dieciséis catequistas, seis militares, cuatro médicos y un sastre, además de campesinos, pescadores y jefes de comunidades cristianas. Noventas y seis vietnamitas, once españoles, diez franceses.

La mayoría fueron decapitados.

Los restantes fueron estrangulados, quemados vivos, descuartizados, o fallecieron en prisión a causa de las torturas.

Algunos ya fueron martirizados en el siglo XVIII, los demás entre 1835 y 1862.