Hoy, 21 de mayo, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San TIMOTEO, diácono y mártir. En Mauritania. (s. inc.).
  2. San POLIEUCTO, mártir. En Cesarea de Capadocia. (s. inc.).
  3. SANTOS MÁRTIRES de ALEJANDRÍA. En Egipto. En tiempo de Constancio, el obispo arriano Jorge ordenó matar o desterrarlo. (357).
  4. San PATERNO, obispo. En Vannes, Bretaña Menor. (460).
  5. San HOSPICIO, ermitaño. En Niza. Varón de admirable espíritu de penitencia, que predijo la llegada de los longobardos. (581).
  6. San MANCIO, mártir. En Évora. (s. VI).
  7. San TEOBALDO, obispo. En Vienne. Durante cuarenta y cuatro años honró aquella sede con su caridad y piedad. (1001).
  8. San HEMMING, obispo. En Turku, Finlandia. Inflamado de celo pastoral, restauró la disciplina con el inicio de un sínodo. Favoreció los estudios de los clérigos. Dio mayor decoro al culto divino y promovió la paz entre los pueblos. (1366).
  9. Beato JUAN MOPINOT, religioso y mártir. En Rochefort. Por ser religioso fue detenido y encerrado en una sórdida embarcación, donde murió enfermo de peste. (1794).
  10. San CARLOS EUGENIO de MAZENOD, obispo. En Marsella. Fundó los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, para evangelizar a los pobres, y durante veinticinco años ilustró infatigablemente a la Iglesia con sus virtudes, su labor, sus sermones y sus escritos. (1861).
  11. Santos CRISTÓBAL MAGALLANES, presbítero y mártir, y COMPAÑEROS, mártires. En México. Perseguidos en diversas regiones mexicanas por haber confesado abiertamente a Cristo. (1927).

Hoy destacamos a BEATO MANUEL GÓMEZ GONZÁLEZ

Nació en 1877 en As Neves, Tuy, Pontevedra.

Después de los primeros estudios en su tierra, entró en el seminario en Tuy.

Fue ordenado en 1902.

Ejerció el ministerio en la parroquia de As Neves, pero en 1905 se incardinó en la diócesis de Braga, en Portugal.

Allí, de 1906 a 1911, fue párroco.

Fue trasladado a Monçao en 1913 durante la persecución religiosa. Seguidamente, le permitieron irse a Brasil.

Después de un tiempo breve en Río de Janeiro, pasó a otra diócesis, la de Santa María donde ejerció como párroco.

Promovió y organizó la catequesis; impulsó la participación de los fieles en la liturgia; abrió una escuela en su propia casa; construyó casas para los pobres, y llevó a cabo una labor pastoral tan intensa que en ocho años cambió el rostro de la parroquia. Era, además, simpático, humilde, amable.

En 1924, el obispo le pidió que fuera a visitar a un grupo de colonos de origen alemán instalados en una zona peligrosa por los revolucionarios. Don Manuel emprendió el viaje, acompañado del joven Adílio. Llegó a la Colonia, pero los fieles indígenas le avisaron de los peligros si entraba en la selva. Él no se amedrentó.

Cuando preguntó a los militares cómo llegar a los colonos alemanes, los llevaron a una zona lejana de la selva, donde los esperaban los jefes para asesinarlos. Así fue después de maltratarlos, atarlos a árboles, y fusilarlos. Fue en 1924.