Hoy, 17 de agosto, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San MIRÓN, presbítero y mártir. Helesponto, Turquía. Decapitado tras ser torturado. (s. III).
  2. San MAMETO, mártir. Cesarea de Capadocia. Siendo pastor humilde, vivió solitario en los bosques con la máxima frugalidad; por ser cristiano fue martirizado en tiempos de Aureliano. (273).
  3. San EUSEBIO, papa y mártir. Sicilia. Deportado por orden de Majencio donde moriría. (310).
  4. San IERÓN, presbítero y mártir. Frisia. Muerto a manos de paganos normandos. (856).
  5. San ELÍAS, el “joven”, monje y mártir. Tesalónica. Monje según las reglas de los Padres Orientales. Después de haber sufrido mucho por parte de los sarracenos a causa de la fe, con fortaleza de ánimo invencible llevó una vida rigurosa de oración y austeridad. (903).
  6. Beato ALBERTO, presbítero. Siena. Ofreció al pueblo un insigne ejemplo de virtud. (1202).
  7. Santa CLARA de la CRUZ, virgen. Umbría. Ermitaña de San Agustín. Rigió el monasterio de la Santa Cruz y expresó extremo amor por la Pasión. (1308).
  8. Santos JACOBO KYUHEI GOROBIOYE TOMONAGA, presbítero, y MIGUEL KUROBIOYE, mártires. Nagasaki. El primero, dominico. Condenados a muerte por cristianos. (1633).
  9. Santa JUANA DELANOUE, virgen. Angers. Confiada a la Providencia, acogió en su casa a huérfanas, ancianas y mujeres enfermas y de mala vida, y después fundó con algunas compañeras el Instituto de Hermanas de Santa Ana y de la Providencia. (1763).
  10. Beato NATAL HILARIO LE CONTE, mártir. Rochefort. Clérigo de la catedral de Bourges y encargado de la música, durante la persecución contra la religión, fue confinado en una nave donde murió consumido por la enfermedad. (1794).
  11. Beato ENRIQUE CANADELL, presbítero y mártir. Gerona. Escolapio. Martirizado durante la persecución religiosa en España. (1936).

 

Hoy recordamos especialmente a SANTA BEATRIZ de SILVA y MENESES

Nació en 1424 en Ceuta, entonces pertenecía a Portugal.

Familia noble y numerosa.

Su padre era el gobernador de la ciudad.

A los diez años se trasladaron a Campo Maior, donde su padre fue alcalde.

En 1447 la destinaron a ser dama de la reina Isabel, esposa de Juan II de Castilla, que era por su nacimiento infanta de Portugal.

Beatriz se trasladó a la corte castellana y admiró a todos por su belleza.

Esto suscitó celos violentos de la reina, y se dice que encerró a Beatriz varios días en un arcón, de donde salió viva milagrosamente.

Ante esto, Beatriz, obtuvo licencia para alejarse de la corte y se recluyó en el convento cisterciense de Santo Domingo el Real, de Toledo.

Sin hacerse religiosa, viviendo como huésped en este monasterio, deseaba estar a solas con Dios.

Pero a ella acudían los pobres buscando ayuda y numerosas personas, de todos los estamentos sociales, atraídas por su virtud.

La visitaron gentes del pueblo, prelados, nobles, e incluso la princesa Isabel de Castilla, que se complació en la amistad con Beatriz.

En este retiro, que duró treinta años, fue madurando la idea de fundar una orden femenina bajo la regla franciscana, centrada en tres misterios cristianos: la Pasión, la Eucaristía, la Inmaculada Concepción.

Con el respaldo de Isabel de Castilla, en 1489 obtuvo del papa Inocencio VIII la bula de erección de la orden Concepcionista, y Beatriz fue la primera en profesar cuando estaba a punto de morir.

Ya profesa, entregó su alma a Dios en 1490.