- Santos EPIMÁQUIO y ALEJANDRO, mártires. En Alejandría de Egipto. En tiempos del emperador Decio, después de una larga prisión y tormentos varios fueron quemados vivos. Con ellos fueron martirizadas las Santas AMONARIÓN, virgen, MERCURIA, DIONISIA y otras, que después de soportar los tormentos fueron decapitadas. (250).
- San ESPIRIDIÓN, obispo. En Chipre. Auténtico pastor de su pueblo. (348).
- San FINIANO, abad. En Hibernia, actual Irlanda. Que fundó muchos monasterios y fue padre y maestro de una ingente cantidad de monjes. (549).
- San VICELINO, obispo. En Alemania. El cual se dedicó con interés a la evangelización de los esclavos. (1154).
- Beato BERTOLO BUNO-PEDONI, presbítero. En la Toscana. Atacado de lepra a los sesenta años, dejó la cura parroquial y recluido en un hospicio atendió a todos, vestido con hábito de la Tercera Orden de San Francisco. (1306).
- San SIMÓN PHAN DÁC HÒA, mártir. En Vietnam. Siendo médico y padre de familia eximio en caridad, reinando el emperador Minh Mang fue apresado por haber hospedado a unos misioneros. Fue decapitado después de soportar cárceles y tormentos. (1840).
- Beato PÍO BARTOSIK, presbítero y mártir. Cerca de Cracovia. Franciscano. Consumó el martirio den un campo de concentración nazi, quebrantado por los tormentos. (1941).
Hoy destacamos a: SAN ISRAEL de LE DORAT, presbítero.
Ingresó en la comunidad de canónigos regulares de San Agustín en Aquitania. A ella perteneció también San Teobaldo, discípulo de San Israel.
El canónigo Israel sobresalía por su cultura y por sus dotes poéticas. Fue nombrado profesor de la escuela episcopal de Limoges, cuyo obispo le ordenó sacerdote y le nombró su vicario.
La zona pasó por fuertes epidemias a finales del siglo X, y durante ellas Israel se prodigó en obras de caridad, en auxilio de los contagiados, lo que le granjeó el aprecio del rey Roberto y del arzobispo Gerberto de Reims. Y cuando este arzobispo fue elegido papa con el nombre de Silvestre II, creó a Israel preboste de Saint Junien.
Murió santamente en 1014.