HISTORIA DEL NUEVO TESTAMENTO II

by AdminObra

Siguiendo…

Ya en la Segunda Carta de San Pedro (2P 3, 15-16) se habla de las “todas las cartas del querídisimo hermano Pablo”, por lo tanto, ya había una colección de las mismas.

Otro dato de interés deriva del hecho que algunos escritos neotestamentarios (cartas paulinas, algunas cartas católicas) tenían un destinatario muy amplio, debido a que estaban dirigidos a varias Iglesias locales, y es lógico pensar que esas comunidades conservasen los originales o copias de los documentos recibidos antes de transmitirlos a otras. Así, en las Iglesias primitivas se constituían colecciones de libros o cartas.

La Carta de Santiago y la Primera Carta de Pedro fueron escritos “circulares”, que conservarían las distintas comunidades.

No se puede decir, pues, mucho más en el proceso de formación del canon del Nuevo Testamento.

Quizá las cartas a los Romanos y a los Efesios alcanzaron una rápida difusión por su importante contenido dogmático; y que, en las Iglesias de Grecia y de Asia Menor, por la cercanía de unas a otras, se formase en poco tiempo una colección de escritos constituida por un cierto número de cartas de San Pablo, de San Juan y el Evangelio de San Lucas.

En Roma, la colección podría haber estado integrada por Romanos y San Marcos; en Siria y Palestina, por San Mateo, Santiago y San Judas.

La historia parece confirmar que en algunas comunidades de la Galia meridional se constituyó en breve tiempo el canon bíblico prácticamente completo; en Siria y otros lugares, el proceso fue mucho más lento.