CUÁNTAS Y CUÁLES FUERON LAS APARICIONES DE JESÚS RESUCITADO

by AdminObra

Ofrecemos una posible cronología de las distintas apariciones recogidas en los Santos Evangelios, directamente, o por referencias de otros, como es el caso de la aparición a Simón Pedro.

  • APARICIÓN A MARÍA MAGDALENA (Jn 20, 11-18): “Jesús le dice: “¡María! Ella vuelve y le dice: “¡Rabboni!”, que significa “¡Maestro!”. Jesús le dice: “No me retengas, que todavía no he subido al Padre”.

(Mc 16, 9): “Resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios”.

  • APARICIÓN A LA MUJERES, Juana, María de Santiago, Salomé y otras (Mt 28, 9-10): “De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: “Alegraos”. Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante El”.
  • APARICIÓN A SIMÓN (Lc 24, 34): “Donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: “Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón”.
  • APARICIÓN A LOS DOS DISCÍPULOS DE EMAÚS (Lc 24, 13-35): “Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron”.

(Mc 16, 12): “Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminado al campo”.

  • APARICIÓN A LOS DISCÍPULOS EN JERUSALÉN (Jn 20, 19-20): “Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”.
  • (Lc 24, 36-43): “Estaban hablando de estas cosas, cuando El se presentó en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros”. Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y El les dijo: “¿Por qué os alarmáis?”, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo”. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: “¿Tenéis ahí algo de comer?”. Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo tomó y comió delante de ellos”.

(Mc 16, 14): “Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado”.

  • APARICIÓN A LOS DISCÍPULOS Y A TOMÁS (Jn 20, 24-29): “A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “Paz a vosotros”. Luego dijo a Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”. Contestó Tomás: “¡Señor mío y Dios mío!”.
  • APARICIÓN A ORILLAS DEL LAGO TIBERÍADES, Simón Pedro, Tomás el “Mellizo”, Natanael el de Caná, los Zebedeos y otros dos (Jn 21, 1-14): “Jesús les dice: “Muchachos, ¿tenéis pescado?”. Ellos contestaron: “No”. El les dice: “Echad la red a la derecha y encontraréis”. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: “Es el Señor”. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua”.
  • APARICIÓN A LOS ONCE EN UN MONTE EN GALILEA (Mt, 28, 16- 20): “Los Once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos”.
  • LA ASCENSIÓN (Lc 24, 50-51): “Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo”.

(Mc 16, 19): “Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios”.

En total nueve apariciones, que algunos especialistas podrían reconsiderar tanto en número como el orden de las mismas, recogidas por los Santos Evangelios. Hemos prescindido, al menos en esta ocasión, de incorporar las apariciones de las que habla San Pablo