Consideraciones sobre los Novísimos – 23

by AdminObra

Terminamos estas sencillas consideraciones con una sobre el cielo como no podría ser de otro modo. Hemos tenido presente en estos días a distintos autores, más o menos antiguos, y a algunos documentos del Magisterio de la Iglesia, universal y española que nos han ilustrado sobre las “últimas realidades”, o Novísimos, o sobre la Escatología. Que sirvan para que no perdamos de vista que cuando nos llegue…el fin, será para descubrir con claridad el Fin (par el que fuimos creados.

“Del mismo modo que la unión e intercambio vital con Dios no aburre ni hastía, tampoco la convivencia de los bienaventurados entre sí cansará o hartará. Durante la vida terrena es ineludible el deseo de un espacio de soledad en que el hombre pueda existir para sí mismo. En la vida celestial, en cambio, no nos veremos obligados a apartaros del “tú” y buscar la soledad porque no habrá ningún peligro de disipación, abandono o pérdida de sí mismo. Todos estarán traspasados por el AMOR de tal forma que podrán regalarse totalmente al “yo” sin traicionar la fidelidad a sí mismo. En el intercambio recíproco no podrá haber aburrimiento alguno porque hasta cada “yo” y hasta cada “tú” fluirán incesantemente la luz y el amor que manan de la fuente inagotable que es Dios.

(…).

Los bienaventurados viven en la dicha de amar y ser amados sin cansarse jamás. En la bienaventurada unión con Dios y en la recíproca comunidad por Dios fundada viven como un feliz coro luminoso en ser eternamente floreciente.

La bienaventuranza no sería perturbada tampoco si un bienaventurado no encontrara en el cielo alguno de sus parientes o amigos. Pues en tal caso vería en Dios la plena justicia e incluso la necesidad de tal condenación y afirmaría de total acuerdo el juicio de Dios. Tendría que reconocer incluso que se ha cumplido la voluntad del condenado”.