Volvemos a traer a colación el magisterio del Prof. Michael Schmaus. En esta ocasión, referido a esa expresión tantas veces escuchada “cielos nuevos y tierra nueva”. Hoy nos encontraremos con algunas líneas que nos introducirán en la Belleza que Dios tiene reservada para los que le aman.
“La fe en el cielo nuevo y en la tierra nueva es una confesión de la máxima dignidad de la materia. La materia será puesta algún día en un estado capaz de dar expresión no sólo al espíritu humano, sino también al espíritu divino. Esto será lo que le dé su máxima dignidad y belleza. Quien espera a este estado del cosmos puede rezar “que pase la figura de este mundo” (Ap 21, 1). En boca de quien tiene tal esperanza tal oración no es una palabra de desprecio al mundo, sino del amor más íntimo y poderoso al mundo.
(…).
La salvación en que cree el cristiano es el cielo y la tierra transfigurados, sobre los que se reúne la humanidad salvada en torno a Cristo glorificado y canta al Padre en el Espíritu Santo su eterno himno de alabanza y de acción de gracias. El tiempo se detendrá. El mundo y la historia habrán llegado para siempre y definitivamente a su meta.
Este estado del mundo no significa un reposo eterno del que haya que temer hastío y aburrimiento. (…). Todo estará lleno del esplendor y de la gloria de Dios”.