CONSIDERACIONES DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR A LOS CIELOS – 2

by AdminObra

La Ascensión se encuentra descrita en dos relatos de San Lucas (Lc 24, 44-53; Hch 1, 1-14) y en el final del Evangelio de San Marcos (Mc 16, 19).

San Pedro la presenta en su primer discurso como el término del tiempo en que vivió entre nosotros el Señor Jesús, a partir del bautismo de Juan hasta el día en que fue arrebatado en alto (Hch 1, 21-22).

En el Nuevo Testamento se encuentran, además, numerosas alusiones a la Ascensión, bien como PREDICCIONES (Mt, 26, 64; Lc 24, 25-26; Jn 6, 62; 14, 2; 16, 28; 20, 17); bien como SUCESO al que se alude (Hch 2, 34; Ef 4, 10; 1Tim 3, 16; Hb 4, 14; 6, 19-20; 7, 26; 9, 24; 1P 3, 22).

La Ascensión es presentada como un acontecimiento que reviste cierta ORIGINALIDAD con respecto a la Resurrección. Es un hecho intrínsecamente trascendente, que se realiza en el silencio santo de Dios, pero que es real como es real la Resurrección. La Ascensión es “vuelta” al Padre del que “salió” para la Encarnación. En este sentido, toda la vida de Cristo se encamina hacia la Ascensión. Así resume Jesús su itinerario en la Última Cena: “Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre” (Jn 16, 28).