Consagración a San José – Día 1

“Preparación”

by AdminObra

Hoy comenzamos el mes de preparación para la consagración a San José para que podamos ser del todo consagrados a Jesucristo. A la Sagrada Familia le decimos: Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía.

San José fue declarado Patrón universal de la Iglesia por el Papa León XIII hace 150 años. De ahí este Año Jubilar Josefino.

El lugar de San José por su matrimonio virginal con María y su relación con Jesús se encuentra “en el orden hipostático, predestinado por la Encarnación redentora, le constituye según el sentir del pueblo, en padre de la Iglesia naciente en la familia de Nazaret” (Francisco Canals).

San José está en el orden de la causa de la Gracia y es mediador de todas ellas “Es quien lo puede todo cerca del Divino Redentor y cerca de su divina Madre” (Pío XI).

San José, consagrado totalmente a Jesús y María, es todopoderoso por gracia. Como María y con María, con la que está desposado virginalmente. San José es mediador, pues, de todas las gracias. Es Padre de la Sagrada Familia, es Padre espiritual de toda la Iglesia.

La consagración es siempre a Cristo. El Bautismo es lo que nos consagra a Cristo y nos hace de Cristo, pero María y José por su función de padres, nos ayudan a llegar a Cristo y a consagrarnos más perfectamente a El.

Así nosotros, en este mes, queremos prepararnos para consagrarle nuestros corazones, nuestras familias, nuestra vocación y todo lo que podamos confiarle.

No olvidemos a San José bendiciendo al mundo un 13 de octubre de 1917 en Fátima, el día del Milagro del Sol, visión verdadera providencial y llena de esperanza para la humanidad.

Recemos a San José para que nos proteja. Meditemos en su bendición al mundo. Pidámosle que nos acoja como especialísimo protector y que nos prepare para consagrarnos a él y por él, a Jesús, el Señor.