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El texto consta de cuatro oráculos, bien situados cronológicamente (Ag 1, 1; 2, 1; 2, 10; 2, 20), acompañados de relatos breves sobre la reacción de los jefes y del pueblo, el cuarto oráculo (Ag 2, 10-19) consta de dos secciones un tanto heterogéneo, de ahí que algunos autores sitúen la segunda parte de este oráculo (Ag 2, 15-19) como continuación del primero (Ag 1, 1-15); otros, en cambio, dividen la sección en dos oráculos, y por tanto el libro en cinco.
Si atendemos a las indicaciones cronológicas del texto, la estructura más precisa sería la que divide el texto según los cuatro oráculos del profeta:
- RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO (1, 1-15): consta de la llamada profética a la reconstrucción (Ag 1, 1-11), y de la respuesta positiva de los jefes y del pueblo (Ag 1, 12-15);
- EL TEMPLO Y SU GLORIA FUTURA (2, 19): el profeta promete para el nuevo Templo mayor gloria que para el primero, el de Salomón;
- LA OFRENDEA DIGNA (2, 10-19): las ofrendas, sin el Templo, están como impuras (Ag 2, 10-14); desde el momento en que se procede a reconstruirlo, el Señor promete la prosperidad (Ag 2, 15-19);
- ORÁCULO MESIÁNCIO PARA ZOROBABEL (2, 20-23): las bendiciones para el nuevo Templo, contenidas en el segundo oráculo, se concretan ahora en Zorobabel como figura mesiánica.