Por lo que respeta a los criterios para la credibilidad de las apariciones son importantes las reglas formuladas por Benedicto XIV, con su texto casi oficial usado ya durante casi 250 años en los procesos de beatificación y canonización.
No existe ningún proceso oficial para regular detalladamente el discernimiento sobre presuntas apariciones, sino una praxis seguida de hechos.
Hay una nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 1978, que establece criterios positivos y negativos.
CRITERIOS POSITIVOS:
Certeza moral o, al menos, una gran probabilidad acerca de la existencia del hecho, adquirida gracias a una investigación rigurosa.
Circunstancias particulares relacionadas con la existencia y la naturaleza del hecho, esto es:
Cualidades personales del sujeto o de los sujetos:
Equilibrio psíquico.
Honestidad.
Rectitud de vida.
Sinceridad.
Docilidad habitual a la Jerarquía.
Capacidad para retornar a un régimen normal de vida de fe.
La Revelación no ha de contradecir, evidentemente, la doctrina teológica y espiritual verdadera. Ha de estar libre de error.
Sana devoción y frutos espirituales abundantes y constantes:
Espíritu de oración.
Conversiones.
Testimonios de caridad.
CRITERIOS NEGATIVOS
Error manifiesto acerca del hecho.
Errores doctrinales que se atribuyen al mismo Dios o a la Santísima Virgen María o algún santo, teniendo en cuenta, sin embargo, la posibilidad de que el sujeto haya añadido elementos meramente humanos e incluso algún error de orden natural a una verdadera revelación sobrenatural.
Afán de lucro.
Actos gravemente inmorales cometidos por el sujeto o sus seguidores durante el hecho o con ocasión del mismo.
Enfermedades psíquicas o tendencias psicopáticas presentes en el sujeto que hayan influido ciertamente en el presunto hecho sobrenatural, psicosis o histeria colectiva, un otras similares.
Es importante considerar estos criterios, tanto positivos como negativos, como normas indicativas y no como argumentos definitivos.
Estos criterios, positivos y negativos, son criterios INTERNOS. Pero también los hay EXTERNOS que se deben tomar a consideración. A saber: los frutos espirituales y los milagros.