ALGUNAS REFLEXIONES RELACIONADAS CON EL NOVIAZGO – 3

by AdminObra

 “¡Qué no es eso!”

Hoy ofrecemos otra reflexión, basada en artículos de José María Contreras, sobre algunos aspectos del noviazgo. Que ayuden a vivirlo con cordura, sensatez, pasión, luz, pureza, realismo, entrega.

En el noviazgo hay que entregarse de una forma, y en el matrimonio de otra.

En el noviazgo, igual que en otras facetas, hay que pensar en los demás. Todo lo que no sea pensar en el otro es no-querer. Por tanto, conocer a una persona no quiere decir que uno tenga que estar todo el día pensando en uno mismo. Se puede conocer y pensar en el otro. Darse a los demás y saber si tenemos los mismos ideales en la vida o podemos establecer un proyecto común para el futuro.

Algunas personas entienden esto último al revés. Creen que darse en el noviazgo es tener relaciones sexuales y que así es como mejor conoce uno al otro. Esa actitud es un ERROR DE BULTO. La sexualidad durante esa etapa de conocimiento mutuo, impide –precisamente- el conocerse. Cuando se “pica” en ese anzuelo, las personas se FOCALIZAN en la sexualidad y no piensan más que en uno mismo.

El conocimiento que hay que tener en el noviazgo es el conocimiento personal, las creencias, la familia política, dónde podemos rozar y chocar con más frecuencia. La capacidad de ceder y de hacer cosas por los demás, y otras relacionadas con esto.

Luego, en el matrimonio, hay que vivir otras cosas, por ejemplo, la sexualidad, y de una manera en que haya una entrega del uno al otro. La relación entre la pareja implica un compromiso, cosa que por mucho que queramos no es como el noviazgo, aunque haya personas que digan que sí.

Muchos de los fallos que hay en las parejas actuales vienen de que en el noviazgo hicieron algunas cosas que corresponderían a la vida de matrimonio, al que consideraron un PUNTO DE LLEGADA en vez DE UN PUNTO DE PARTIDA.

Y es que, aunque se piense que la sexualidad en el noviazgo no hace daño, estamos equivocados. Nada que ofende a Dios puede ser bueno, ni indiferente, para la relación entre las personas.

Ni aunque se crea que eso es una tontería y que la sexualidad ayuda mucho. Ni siquiera cuando no se sabe.

Todo en la vida, lo biológico y lo psicológico, tiene que llevar un cierto ritmo. Esto nos lo encontramos en la alimentación, en el esfuerzo físico, a la hora de dar malas noticias; la educación y el aprendizaje de una ciencia siempre es gradual.

En la sexualidad ocurre igual; cuando rompemos ese ritmo, algo estamos rompiendo. Las cosas son como son siempre.