Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
Pues todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza
A ti, celestial princesa
Virgen sagrada María
Te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón
Mírame con compasión
No me dejes, madre mía
Mírame con compasión
No me dejes, madre mía
CONSIDERACIÓN
Para comprender quién es María hay que empezar por Jesús. En el núcleo de su misión y de su mensaje se encuentra el “evangelio”, la “buena noticia” de la Salvación (Mc 1, 14-15).
¿Qué es, exactamente, el “evangelio? La Buena Noticia de la Salvación, lo cual es mucho más que decir el perdón de mis pecados personales, por muchos y graves que sean. Y que están muy mal.
La Buena Notica tiene que ver, especialmente, con el perdón del primer pecado, el de Adán y Eva, por que entraron al mundo el sufrimiento y la muerte. Según el Nuevo Testamento, Jesús es el nuevo Adán, cuya obediencia deshace la desobediencia del primero, tal como enseña, por ejemplo, San Pablo en sus Cartas.
Una vez que se ve a Jesús tal y como lo enseña San Pablo, como el “último Adán”, entonces cambia la forma de pensar acerca de la “buena noticia” de la Salvación. Si Jesús es el nuevo Adán, entonces la Salvación no solo se refiere a la de los pecadores, por sus pecados personales, de las penas eternas del infierno, sino, primeramente, a que se deshacen las consecuencias de la caída de Adán y Eva. Tiene que ver con la RESTAURACIÓN DE LA RECTITUD con la que fue creado Adán, y que perdió por su desobediencia y con el PODER DE LA GRACIA de Dios para “hacer justos” a los pecadores. Tiene que ver, ni más ni menos, con la destrucción del Pecado Original
¿Esto que tiene que ver con María? Si Jesús es el nuevo Adán, ¿habría una nueva Eva? ¿quién podría ser la nueva Eva? El Libro del Génesis nos dice que Adán no fue el único ser humano al que Dios creó y colocó en el Jardín del Edén. Tampoco fue él solo quien trajo el pecado y la muerte por su desobediencia; como compañera de Adán, Eva cumple un papel esencial para que se produzca la Caída.
Iremos viendo, a lo largo de la Novena, por qué consideramos a la Virgen María la “nueva Eva”, en enseñanza del Nuevo Testamento, así sabremos por qué los cristianos afirmaban que la María no era una mujer más, y por qué sabían que, aun siendo humana plenamente, no tenía pecado alguno en su alma.