- San HEGESIPO. En Roma. Durante los pontificados de Aniceto y Eleuterio escribió una historia de los hechos eclesiásticos desde la Pasión del Señor hasta su tiempo con un estilo sencillo. (180).
- San PELUSIO, presbítero y mártir. En Alejandría de Egipto. (s. inc.).
- Santos TEODORO, obispo, IRENEO, diácono, y SERAPIÓN y AMMONIS, lectores; mártires. En Libia. (s. IV).
- San CALIOPIO, mártir. En Cilicia. (s. IV).
- San JORGE, obispo. Isla de Lesbos, Grecia. En tiempo del emperador León, el Armenio, tuvo que padecer mucho por la defensa del culto de las imágenes. (816).
- San AIBERTO, presbítero y monje. en Hainaut, Francia. Diariamente, después de la salmodia, arrodillado o prostrado, recitaba todo el psalterio y comunicaba la divina misericordia a los penitentes que acudían a él. (1140).
- San ENRIQUE WALPOLE, presbítero, y ALEJANDRO RAWLINS, presbítero. Mártires. El primero jesuita. En York. Bajo Isabel I fueron encarcelados y cruelmente tratados por ser sacerdotes, tras lo cual fueron ahorcados y descuartizados. (1595).
- Beatos EDUARDO OLDCORNE, presbítero, y RODOLFO ASHLEY, religioso. Mártires. Jesuitas. En Worcester, Inglaterra. Ejercieron clandestinamente el ministerio durante muchos años, pero, finalmente, acusados de tomar parte en un complot contra el rey Jacobo I, fueron encarcelados, torturados, y descuartizados vivos. (1606).
- San JUAN BAUTISTA de la SALLE, presbítero. En Reims, Francia. Se dedicó con ahínco a la instrucción humana y cristiana de los niños, en especial los pobres. instituyó la Congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas, a causa de lo cual soportó muchas tribulaciones, si bien fue merecedor de gratitud por parte del pueblo cristiano. (1719).
- San PEDRO NGUYEN VAN LUU, presbítero y mártir. En Cochinchina. En tiempo de Tu Duc fue condenado a muerte y subió alegre al patíbulo. (1861).
- Beata MARÍA ASUNTO PALLOTTA, virgen. En Dongerkou, China. Del Instituto de Hermanas Franciscanas Misioneras de María, trabajó por el reino de Cristo de forma sencilla e ignorada. (1905).
Hoy recordamos especialmente a BEATO GERMÁN JOSÉ.
Nació en Colonia, Alemania en 1150. Familia muy pobre.
Ya desde niño destacó por su gran piedad.
Se solía arrodillar en una iglesia ante la imagen de la Virgen y conversaba familiarmente con la Virgen y el Niño.
Ingresó muy pronto en el convento premonstratense de Steinfeld, y le enviaron a estudiar en una de las casas de la Orden. Terminados sus estudios, volvió a Steinfeld. Allí hizo la profesión religiosa como hermano y fue destinado a servir en el refectorio. Más tarde fue nombrado sacristán, oficio que le gustaba mucho, ya que le permitía pasar gran parte del día en la iglesia.
Le llamaban “José”, por ser tan bueno.
En una visión la Santísima Virgen le puso un anillo de esponsales en su dedo.
Hizo después los estudios sacerdotales y recibió la ordenación, haciéndose llamar Germán José.
Su vida fue ejemplar en todo, viviendo con gran austeridad y espíritu de penitencia. Solícito para todo.
Tuvo frecuentes experiencias místicas.
Con todo era alguien muy práctico, y muy dado a la mecánica. Reparaba los relojes de los conventos.
Se cuenta que compuso tratados místicos.
Nunca fue robusto, y sus ayunos y austeridades le debilitaron.
En 1241 moriría en el convento de las cistercienses de Hoven al irles a celebrar la Semana Santa.