- San CUCUFATE, mártir. Barcelona. Durante la persecución de Diocleciano. Muerto a espada. (s. IV).
- Santos VALENTINA, TEA y PABLO, mártires. Cesarea de Palestina. Durante la persecución de Maximiano. Valentina, virgen, por haber derribado de una patada un ara levantada en honor de los dioses fue arrojada al fuego junto con Tea, virgen. Antes habían sido cruelmente atormentadas. Pablo fue decapitado después de orar por la salvación de todos. (308).
- Santa OLIMPÍADA, viuda. Nicomedia. Enviudó de joven, y pasó el resto de su vida de manera piadosa en Constantinopla entre mujeres consagradas a Dios, sirviendo a los pobres. acompañó a San Juan Crisóstomo al exilio. (408).
- San MAGNERICO, obispo. Tréveris. Discípulo de San Niceto, a quien acompañó fielmente en el destierro. Lo sucedió en el episcopado y en el celo por la salvación de las almas. (596).
- Santos BEATO y BANTO, presbíteros. Tréveris. Eremitas en tiempo de San Magnerico. (s. VII).
- Santa GLODESINDIS, abadesa. Metz. (s. VI).
- San TEODOMIRO, monje y mártir. Córdoba. Monje de Carmona. (851).
- Beato JUAN SORETH, presbítero. Angers. Carmelita. Introdujo una observancia más estrecha y amplió conventos para monjas. (1471).
- Beato PEDRO CORRADINI de MOGLIANO, presbítero. Camerino, Italia. Franciscano. Insigne por la predicación del Evangelio, por el ejemplo de sus virtudes y por la fama de sus milagros. (1490).
- Beatos RODOLFO AQUAVIVA, ALFONSO PACHECO, PEDRO BERNA y ANTONIO FRANCISCO, presbíteros, y FRANCISCO ARANHA, religioso; mártires. La India. Jesuitas. Asesinados por los infieles por haber exaltado la Cruz. (1583).
- Beato ANTONIO LUCCI, obispo. Apulia, Italia. Franciscano. Refulgió por su extraordinaria doctrina, y se entregó de tal modo a ayudar a los pobres que se olvidaba de atender la más mínima de sus propias necesidades. (1572).
- Beato MIGUEL LUDOVICO BRULARD, presbítero y mártir. Rochefort. Carmelita. Durante la Revolución Francesa, por ser sacerdote fue encerrado en aquel lugar en condiciones inhumanas, donde murió enfermo. (1794).
- Beata MARÍA del CARMEN SELLÉS y BARANGUERAS, virgen. Madrid. Fundadora de la Congregación de Misioneras de la Inmaculada Concepción, para la educación de mujeres piadosas e incultas. (1911).
- Beatos PEDRO del SAGRADO CORAZÓN LARGO REDONDO, presbítero, FÉLIX de las CINCO LLAGAS UGALDE IRURZÚN y PEDRO de la VIRGEN del VILLAR SOLANA RUIZ, religiosos; mártires. Toledo. Pasionistas. Fusilados por el Frente Popular. (1936).
- Beatos FEDERICO RUBIO ÁLVAREZ, presbítero, PRIMO MARTÍNEZ de SAN VICENTE CASTILLO, JERÓNIMO OCHOA URDANGARÍN, JUAN de la CRUZ DELGADO PASTOR, religiosos; mártires. Talavera de la Reina. Religiosos de San Juan de Dios. martirizados sin juicio por el Frente Popular. (1936).
- Beato DIONISIO PAMPLONA POLO, presbítero y COMPAÑEROS MÁRTIRES. Monzón, Huesca. Escolapios. Asesinados por odio a la fe por simpatizantes del Frente Popular. (1936).
- Beata MARÍA TERESA KOWALSKA, virgen y mártir. Polonia. Clarisa. Encarcelada por los nazis invasores, permaneció firme en la fe hasta la muerte. (1941).
Hoy recordamos especialmente a los Beatos DEOGRACIAS PALACIOS, LEÓN INCHAUSTI, JOSÉ RADA, JULIÁN MORENO MORENO, presbítero, y JOSÉ RICARDO DÍEZ, religioso
Del 25 de julio al 15 de agosto de 1936, siete agustinos recoletos, encabezados por su prior, y un sacerdote diocesano murieron asesinados por Cristo en Motril, Granada. Desde 1931, con la proclamación de la República la comunidad vive en continua zozobra; las monjas recoletas tuvieron que abandonar sus conventos y no pudieron volver hasta unos meses después. Con el triunfo en las elecciones del Frente Popular, en 1936, se inicia una auténtica persecución religiosa.
En Motril, unas 7000 personas se agolparon a las puertas del convento de los agustinos, impidieron el culto en la iglesia y el 16 de julio fueron clausuradas las iglesias, se prohibieron las misas. Al padre Julián le arrojaron de las agustinas recoletas, a donde iba a celebrar misa.
El padre Vicente Soler tuvo que advertir a las monjas recoletas del peligro que corrían y a animarlas sobre todo aquello que les pudiera acaecer. Los padres Juan Benigno Moreno y Vicente Pinilla se refugiaron en casa de un policía; el hermano Jorge Hernández, en el hospital. Pero días más tarde los dos primeros regresaron al convento y, a pesar de que se les aconsejó que se marcharan por el peligro que corrían, la comunidad decidió permanecer en la ciudad. También don Manuel Martín Sierra pudo ir a un refugio seguro, pero consideró la propuesta como una tentación y juró no abandonar nunca su parroquia. También lo hicieron la comunidad de los agustinos recoletos en pleno: la conciencia no les reprochaba culpa alguna y creyeron que su presencia en Motril podría ser útil para la ciudad.
A primeras horas del 25 de julio de 1936, cinco de sus miembros: los padres Deogracias Palacios, León Inchausti, José Rada y Julián Benigno Moreno, más el hermano José Ricardo Díez, fueron acribillados a balazos en la vía pública. En ella permanecieron dos horas expuestos a la curiosidad pública, sin que nadie se atreviera a retirar los cadáveres hasta que llegaron los camilleros de la Cruz Roja.
Al día siguiente, ametrallaron al padre Vicente Pinilla, en el atrio de la iglesia de la Divina Pastora, en la que se había refugiado la noche anterior en compañía de su párroco, Manuel Martín Sierra, a quien mataron unos metros más adelante.