Los Evangelio concluyen su testimonio con los denominados “relatos pascuales”.
Los “relatos pascuales” están centrados en:
- Hallazgo del sepulcro vacío, y
- Apariciones de Cristo a sus seguidores después de su muerte en la Cruz.
La forma que tienen de expresarse sobre la resurrección de Cristo difiere bastante a los milagros de ‘resucitación’. A saber:
- La resucitación de la hija de Jairo.
- La resucitación del hijo de la viuda de Naín.
- La resucitación de Lázaro.
Estas resucitaciones son una vuelta a esta vida terrena, sujeta todavía a la muerte y las necesidades propias de la condición humana: comida, cansancio, enfermedad, …
El acontecimiento de la resurrección de Jesucristo no pertenece a este tipo. Fue un fenómeno absolutamente novedoso. En su resurrección, Cristo ha triunfado de forma definitiva sobre la muerte, pues vive para siempre. Y su cuerpo no está sometido a condición o limitación alguna de este mundo, ya que no pertenece a esta tierra.