24. EL ARRIANISMO – IV

by AdminObra

La Iglesia se dividirá en dos.

El obispo de Arrio, primero, y después los grandes Padres del siglo IV, denunciaron con fuerza el peligro de esta herejía.

Les apoyaban buena parte de las pujantes comunidades monásticas del desierto, así como otros obispos.

Otros pastores, especialmente obispos orientales como Eusebio de Nicomedia, vieron en esta doctrina un interesante puente tendido hacia el helenismo.

A partir del año 311, los obispos de Egipto insisten en que Arrio sea expulsado de Alejandría, medida que toma el obispo Alejandro denunciándole en unas cartas escritas entre el 321 y 324.

Es acogido en Cesarea de Palestina (también había sido acogido allí Orígenes) por el obispo local, y apoyado por muchos obispos, que en mayor o menor medida se pasan a las doctrinas del arrianismo.

Ante el evidente riesgo de cisma, el emperador Constantino, quien había tomado a la Iglesia como elemento clave en la estructura del Imperio, decide actuar. Convocará un concilio en Nicea. Estamos en 325.