Para muchos, la secularización es un fenómeno imparable y arrollador. Barcelona podría ser un ejemplo representativo, habiendo perdido más de 160 templos solo en el último año. Mientras, otros cultos como el evangélico ha sumado 24 nuevos centros en el mismo periodo.
Por eso, lo sucedido el pasado 19 de noviembre en la Ciudad Condal es todo un signo de esperanza que muestra no solo como los católicos barceloneses se resisten a desaparecer, sino que la fe firme y madura se encuentra en expansión.
La parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús fue testigo de ello cuando más de 500 adoradores y familiares de los mismos se congregaron en el templo del barrio de Gracia para recibir a 75 nuevos y jóvenes miembros de la Adoración Nocturna.
El evento, que tuvo lugar durante la tradicional vigilia anual celebrada con motivo de la festividad de Cristo Rey, muestra además los frutos de la perseverancia de los adoradores, pues tan solo unos meses dejaron de contar con el histórico emplazamiento del Tibidabo. Allí tenía lugar la Adoración Nocturna con más historia de España, habiéndose celebrado el primer turno en 1960.
Tras décadas de adoración, la comunidad salesiana la suspendió mientras que no se adaptase la estructura, contenido y organización de los turnos a las preferencias de la comunidad. El rosario, algunos rezos en latín, el espíritu de reparación y alabanza o el mismo nombre de Adoración Nocturna Española, eran solo algunos de ellos.
Buena parte de los 75 nuevos adoradores nocturnos de Barcelona el pasado 19 de noviembre destacaban por su corta edad.
Cientos de adoradores, 31 turnos y nuevos templos
Desde 2020, los adoradores han trasladado su oración a la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús y sus integrantes no han hecho más que crecer, como mostraron los más de 500 asistentes al evento.
Actualmente hay 31 turnos de adoración en la parroquia, con adoradores provenientes de multitud de agrupaciones como 40 Días Por La Vida, Emaús, Lazos del Amor Mariano, Carismáticos, Opus Dei, Regnum Christi, Unión Seglar o Schola Cordis Iesu, entre otros.
Una decena de sacerdotes y diáconos de diferentes parroquias y órdenes religiosas participaron en la celebración, presidida el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova.
Durante la ceremonia se entrego el distintivo de nuevos adoradores a 75 personas de todas las edades, en su gran mayoría jóvenes. Además doce adoradores recibieron la insignia de Veterano (144 vigilias), uno la de Veterano Constante (250 vigilias) y otro la de Veterano Constante Ejemplar (500 vigilias).
A día de hoy, más de 350 fieles de la sección barcelonesa adoran a la Eucaristía cada noche del año entre las 22:00 y las 6:00 horas. El incremento, explican desde Adoración Nocturna Española, no es solo en número de adoradores, sino también de templos y capillas de Adoración Perpetua, que en los últimos años han pasado de 1 a 8 en toda la provincia.
Cada noche del mes, cientos de adoradores nocturnos salen a los templos barceloneses de Adoración Perpetua para rezar ante el Santísimo en los 31 turnos abiertos hasta la fecha.
«Cristo reina glorioso, estoy contento de ver esta pasión por Cristo, por Dios, por su reino, este sentirse Iglesia. El Señor nos confunde: reina muerto en la cruz; en la cruz reina en Amor, el Señor quiere con su amor reinar en nuestra vida. Cristo reina en la Eucaristía», declaró el obispo Javier Vilanova durante su homilía. Finalizada la celebración, Vilanova bendijo con el Santísimo la ciudad de Barcelona.
La Adoración Nocturna Española fue fundada en España por Luis de Trelles en 1877, que concibió grupos de hombres que adoraran y dieran gloria al Santísimo Sacramento. Algo que «consiste en hacer bien a su hermano y coadyuvar a los propósitos de la Santa Iglesia esposa de Cristo, en la conversión de los pecadores, agonizantes y atribulados, en impetrar la libertad y prosperidad de la misma Iglesia Católica militante y purgante y el bien del Estado», en palabras del fundador y venerable desde enero de 2015.