TREINTA Y UN DÍAS DE MAYO – 30 “PUERTA DEL CIELO”

by AdminObra

La verdadera Puerta de Salvación y de la vida es Jesucristo. Jesús es la Puerta de la vida Eterna, por quien se nos abren las puertas de la Jerusalén celeste.

También a la Santísima Virgen Mará se le aplica la metáfora de la “puerta”. Ella es la “nueva Eva”, la Madre-Virgen, la que intercede sin cesar en favor de los fieles.

Es la Madre virginal de Cristo que se convierte en la puerta luminosa de la Vida, por la que apareció la salvación del mundo, Jesucristo, nuestro Señor; y a la Virgen suplicante de quien recibimos al Salvador del mundo.

¿Qué es el Cielo? De algún modo lo debemos imaginar para poder desearlo. El Cielo es Dios, es la comunión de vida y de amor con Dios, con la Virgen María, los ángeles y los santos.

En el Cielo encontramos nuestro fin último, la realización de nuestras más profundas aspiraciones, el estado supremo y definitivo de dicha. Mirando a María, aspiramos al Cielo; acudiendo a Ella se nos abren sus puertas, aunque no podamos sospechar plenamente lo que Dios ha preparado para los que le aman.