TRATADO DEL PURGATORIO, de Santa Catalina de Génova – 16

by AdminObra

Tal es la intimidad con Dios en el Purgatorio, y tan cambiadas están las almas, tornadas hacia Su Voluntad, que en todas las cosas hay sumisión a la orden divina. Aun cuando un alma fuera traída ante Dios cuando todavía algo, aunque nimio, le falta purgar, se le haría un gran daño; venir manchada a la presencia de Dios sería un sufrimiento mayor que diez purgatorios. Ver a Dios cuando el tiempo aún no ha llegado, aunque sea por un período tan corto como un pestañeo, sería intolerable para esa alma. Se echaría ella misma a miles de infiernos, para quitar esa pequeña suciedad que no ha sido eliminada, antes que permanecer así en la presencia divina.