TRATADO DEL PURGATORIO, de Santa Catalina de Génova – 12

by AdminObra

El alma fue creada en total capacidad de alcanzar la perfección, siempre y cuando viva como Dios ha ordenado hacerlo, sin cometer pecados. Mas, habiendo ya fallado en el pecado original, pierde sus dones, sus gracias y muere no pudiendo resurgir salvo por intermedio de Dios mismo.

Cuando Dios, por medio del bautismo, la rescata de la muerte y del mal, se conduce al pecado actual solamente, a menos que se resista, y entonces cae en la muerte otra vez.

Entonces Dios, por otra gracia especial, la levanta nuevamente, aun cuando permanezca tan hostil y autocentrada que todas las tareas divinas a las que me he referido se necesitan para llevarla al estado prístino en que Dios la creó; sin ellos, difícilmente retorne a ese estado.