SANTORAL

by AdminObra

Hoy, 13 de julio, la Iglesia celebra a:

  1. San ESDRAS, sacerdote y escriba. En tiempos de Artajerjes, rey de los persas, habiendo regresado desde Babilonia a Judea, congregó al pueblo que estaba disperso y puso gran empeño en estudiar, llevar a la práctica y enseñar la Ley del Señor.
  2. San SILAS. Elegido y enviado por los Apóstoles a las Iglesias de la gentilidad junto a San Pablo y San Bernabé. (s. I).
  3. San SERAPIÓN, mártir. Alejandría de Egipto. En tiempo de Septimio Severo alcanzó la corona del martirio. (212).
  4. Santa MIROPA, mártir. Quío, Mar Egeo. (s. IV).
  5. Santos ALEJANDRO y TREINTA SOLDADOS, mártires. Frigia, Turquía. (s. IV).
  6. San EUGENIO de CÁRTAGO, obispo. Albi, Aquitania. Obispo de Cartago, glorioso por su fe y sus virtudes, que sufrió destierro durante la persecución de los vándalos. (501).
  7. San TURIAVO, abad. Bretaña Menor. Abad del monasterio de Dôle y obispo. (s. VII).
  8. Beato JACOBO de VARAZZE, obispo. Génova. Dominico. Para promover la vida cristiana en el pueblo, ofreció en sus escritos numerosos ejemplos de virtud. (1298).
  9. Beato TOMÁS TUNSTAL, presbítero y mártir. Norwich. En tiempos de Jacobo I fue condenado a muerte y ahorcado por haber entrado como sacerdote en el país. (1616).
  10. Beatos LUIS ARMANDO JOSÉ ADAM, franciscano, y BARTOLOMÉ JARRIGE de la MORÉLIE de BIARS, presbíteros y mártires. Rochefort. Encarcelados durante la Revolución Francesa por ser sacerdotes. Murieron víctimas de la peste y de su caridad para con sus compañeros de cautiverio. (1794).
  11. Beatas MAGDALENA de la MADRE de DIOS VERCHIÈRE y CINCO COMPAÑERAS, vírgenes y mártires. Orange, Provenza. Durante la Revolución Francesa. (1794).
  12. San MANUEL LÊ VAN PHUNG, mártir. Cochinchina. Padre de familia. Pese a estar preso no dejó de exhortar a sus hijos y familiares para que fueran caritativos con sus enemigos. Finalmente, fue decapitado. (1859).
  13. Santa CLELIA BARBIERI, virgen. Emilia-Romaña, Italia. Se preocupó por el bien espiritual de la juventud femenina y fundó la Congregación de Hermanas Mínimas de la Virgen de los Dolores para la formación humana y cristiana, especialmente, de las niñas pobres y abandonadas. (1870).
  14. Beato FERNANDO MARÍA BACCILLIERI, presbítero. Bolonia. Consagró su vida a la formación del pueblo que se le había encomendado, y fundó la Congregación de Siervas de María para ayuda a las familias necesitadas y, en particular, para la formación de la juventud femenina. (1893).
  15. San PABLO LIU JINDE, mártir. Hebei, China. Durante la persecución de Yihetuán, ya anciano, y habiendo quedado como el único cristiano de la aldea, salió al encuentro de los agresores con el rosario y un libro de devoción en la mano, y los saludó como se solía saludar a los cristianos, por lo que fue inmediatamente asesinado. (1900).
  16. San JOSÉ WANG GUIJI, mártir. Hebei. Rechazó salvar su vida diciendo, como le sugerían, una leve mentira, y prefirió morir por Cristo. (1900).
  17. Beato MARIANO de JESÚS EUSE HOYOS, presbítero. Colombia. Sencillo e íntegro, se entregó a la oración, a los estudios, a la formación cristiana de los niños. (1926).
  18. Beato CARLOS MANUEL RODRÍGUEZ SANTIAGO. Puerto Rico. Se consagró incansablemente en la renovación de la liturgia y a la difusión de la fe entre los jóvenes. (1963).

 

Hoy destacamos a SAN ENRIQUE

Era hijo de Enrique, duque de Baviera, y de su esposa, Gisela de Borgoña.

Su educación fue confiada al obispo de Ratisbona, San Wolfgango, que le enseñó una vida honrada y cristiana.

Al morir su padre en 995 heredó el ducado, y al morir en 1002 su primo el emperador Conrado II, fue elegido para sucederle en el Imperio.

Tuvo que acudir a Italia con un ejército pues Arduino de Ivrea, sin ser legalmente elegido, se había proclamado emperador.

Una vez derrotado, fue coronado por el Papa Benedicto VIII en 1014.

Enrique fue un gran bienhechor de la Iglesia.

Restableció y favoreció las sedes de Hildesheim, Magdeburgo, Estrasburgo y Meersburgo.

Su conflicto con Polonia y su alianza con tribus paganas le acarrearon críticas de algunos obispos.

Llevaba una vida de gran pureza y austeridad y se dijo que no había consumado su matrimonio con su esposa Santa Cunegunda.

Estando enfermo, acudió a Montecasino, y se encomendó a San Benito, quedando sano.

Murió en 1024.