SANTORAL

by AdminObra

Hoy, 2 de julio, la Iglesia celebra a:

  1. Santos PROCESO y MARTINIANO, mártires. Roma. (s. inc.).
  2. Santos LIBERATO, abad, BONIFACIO, diácono, SERVO y RÚSTICO, subdiáconos, ROGATO y SEPTIMIO, monjes, y el niño MÁXIMO; mártires. Cartago. Durante la persecución de los vándalos bajo el reino de Hunerico, fueron sometidos a crueles tormentos y muertos a golpes de remos en la cabeza mientras estaban tendidos sobre los leños donde los iban a quemar. (484).
  3. Santa MONEGUNDA, consagrada. Tours. Habiendo dejado patria y padres se entregó únicamente a la oración. (557).
  4. San SWITHUM, obispo. Winchester, Inglaterra. Insigne por su austeridad y por su amor a los pobres, y por instituir muchas iglesias, que visitaba siempre caminando. (862).
  5. San LÍDANO, abad. Sezze, Italia. Fundador del monasterio de este lugar. Con sus monjes saneó las tierras para librarlos de las fiebres que propiciaba. (1118).
  6. Beato PEDRO de LUXEMBURGO, obispo. En Aviñón. Siempre entregado a la penitencia y a la oración. (1387).
  7. Beatos JUAN y PEDRO BECCHETTI, presbíteros. Las Marcas, Italia. Ermitaños de San Agustín. (1420).
  8. Beata EUGENIA JOUBERT, virgen. Lieja. Congregación de la Sagrada Familia del Corazón de Jesús. Consagró su vida a enseñar la doctrina cristiana a las niñas y, atacada por la tisis, siguió con amor a Cristo. (1904).

Hoy destacamos especialmente a SAN BERNARDINO REALINO

Nació en Capri en 1530 en una familia acomodada.

Huérfano de padre desde niño, fue educado por su madre, que lo encaminó hacia los estudios de derecho.

Los completó con brillantez. Llegó a ocupar varias alcaldías.

Iba a contraer matrimonio con una joven de la nobleza, pero falleció.

Bernardino se trasladó a Nápoles como lugarteniente del virrey, y allí conoció a la Compañía de Jesús, decidiendo ingresar en esta orden.

Después de profesar y hacer los estudios de teología, en 1567, recibió la ordenación sacerdotal.

Trabajó en el colegio de Nápoles y en 1574 fue enviado a Lecce, donde permaneció hasta su muerte.

La predicación, el confesionario, el fomento de las congregaciones marianas fueron su trabajo constante a la vez que daba ejemplo de una vida edificante y santa.

Aunque quisieron trasladarlo de residencia, la tenaz oposición al cambio por parte de las autoridades y fieles de Lecce lo impidió.

Ya anciano y enfermo, le visitaron esas mismas autoridades y personas significadas de la ciudad para rogarle que en el Cielo fuera su protector. Murió santamente en 1616.