Hoy, 27 de junio, la Iglesia celebra a:
- Santa GUDENA, mártir. Cartago. Por orden del Prefecto fue sometida por cuatro veces al suplicio del potro, lacerada con garfios, vejada en una sórdida cárcel, finalmente, degollada. (203).
- San ZOILO, mártir. Córdba.
- San CIRILO de ALEJANDRÍA, obispo y doctor. Egipto. Mostró preocupación por la integridad de la fe. En el Concilio de Éfeso defendió el dogma de la unidad y unicidad de las personas en Cristo y de la divina maternidad de la Virgen María. (444).
- San SANSÓN, presbítero. Constantinopla. Refugio de los pobres, que por el amor de Dios se escondía de la mirada de los hombres, recluido en una pequeña celda construida junto a la iglesia del lugar. (s. VI).
- SAN ARIALDO, diácono y mártir. Milán. Combatió las deplorables costumbres del clero simoníaco y depravado, y, por su celo en favor de la Casa de Dios, fue asesinado por dos clérigos tras atroces sufrimientos. (1066).
- Beato BIENVENIDO de GUBBIO, religioso. Apulia. Franciscano. Se conformó con la vida de Cristo pobre por su humilde servicio a los pobres. (1232).
- Santo TOMÁS TOÁN, mártir. Tonkín. Siendo catequista y responsable de la misión de Trung Linh, en tiempo de Minh Mang, sufrió nuevos y terribles suplicios en la cárcel, hasta que falleció de hambre y sed. (1840).
- Beata LUISA TERESA MONTAIGNAC, virgen. Moulins, Francia. Fundó la Congregación de Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús. (1885).
Hoy recordamos especialmente a BEATA MARGARITA BAYS
Nació en Siviriez, Suiza, en 1825.
Sus padres, modestos agricultores y excelentes cristianos, le inculcaron desde pequeña la religión y la piedad, y ella se abrió a una vida espiritual intensa.
Su cultura fue muy elemental, porque no hizo sino asistir unos tres años a la Primaria.
Desempeñó tareas domésticas y ayudó en estas labores a las familias vecinas.
Sintió la llamada a la oración contemplativa y la practicaba cuando iba a la iglesia.
Más tarde, decidió colaborar en las obras parroquiales, en la catequesis de los niños, preparándolos con esmero, incluso, para el matrimonio.
Promocionó la prensa católica para rebatir las ideas anticristianas que circulaban.
En 1860 se hizo terciaria franciscana. Pero ya antes había recibido un carisma: a los 35 años se vio afectada por un cáncer de intestino. Se encomendó a la Virgen María y sucedió que el 8 de diciembre de 1854, el día que se proclamó la Inmaculada Concepción dogmáticamente, en ese preciso instante, se sintió curada.
Le sobrevendrían unas llagas seguidamente, pero también el Señor la compensó con repetidas gracias místicas.
Murió santamente en 1879, el día del Sagrado Corazón de Jesús.