Nos acercaremos en los próximos días a la “personalidad característica del Evangelio de San Mateo”.
Ya desde su comienzo, con la genealogía (Mt 1, 1-17), el Evangelio de Mateo se presenta con una personalidad muy marcada; su carácter profundamente pedagógico, unido a su origen apostólico, ha hecho de este escrito evangélico el más leído y comentado desde los primeros tiempos de la Iglesia.
Veamos, paulatinamente, algunos detalles que caracterizan su peculiaridad.
- LA LEY Y LOS PROFETAS. Esta expresión, que sólo usa San Mateo, aparece en tres pasajes clave del Evangelio. El primero de ellos es la “declaración programática” de la Enseñanza de la Montaña; el segundo, la síntesis de esa enseñanza; y, el tercero, la conclusión del episodio sobre el “mandamiento principal” (Mt 5, 17; 7, 12; 22, 40).
El binomio “la ley y los profetas”, que San Mateo presenta como algo central en la predicación de Jesús, revela un interés especial por el recurso al Antiguo Testamento.
Así, esto se descubre en las denominadas “citas de cumplimiento”, que son diez citas explícitas del Antiguo Testamento que recorren todo el Evangelio en cuestión, si bien con particular frecuencia en los relatos acerca de los orígenes de Jesús (Mt 1, 22-23; 2, 15; 2, 17-18; 2, 23; 4, 14-16; 8, 17; 12, 17-21; 13, 35; 21, 4-5; 27, 9). Todas estas citas tienen presente a Isaías, Oseas, Jeremías, varios autores, Isaías de nuevo; el Salmo 78; Isaías y Zacarías, y Zacarías finalmente.
Varía la fórmula introductoria, pero es constante en sus elementos principales: CUMPLIMIENTO DE LO DICHO por los profetas.
Distribuidas por toda la trama narrativa, refuerza la unidad del Evangelio. Con estas citas de cumplimiento, San Mateo muestra la concordancia de la vida y misión de Jesús con la Palabra de Dios recogida en el Antiguo Testamento. Jesús… es el cumplimiento de las Promesas.