SAN MATEO Y SU EVANGELIO – 2

by AdminObra

El Evangelio ha llegado hasta nosotros en griego; ésta es la lengua en que fue escrito el texto canónico, según el consenso más extendido. Se trata de un griego correcto, en general, semitizante, es decir, siguiendo la estela del “griego bíblico” que ya se usara en la traducción de los “Setenta” (nos referimos al Antiguo Testamento traducido al griego en Alejandría por 72 traductores que pasaron el texto hebreo y arameo al idioma que hablaban los judíos que estaban en la diáspora). En ocasiones, alcanza un brillo notable.

San Mateo escribió en el llamado “griego sinagogal”, más fluido y elevado que el griego de San Marcos. Denota, pues, como acabamos de decir, un fuerte influjo del griego de la Biblia de los “Setenta”.

Su estilo es más conciso y sobrio que San Marcos.

Por ejemplo, a San Mateo gusta de valerse de las “inclusiones”, esto es, repetir un término al principio y al final de un pasaje (Mt 5, 3. 10; Mt 19, 30-20, 16).

También, para facilitar su lectura se apoya en “paralelismos”, por ejemplo, cuando escuchamos o leemos “Todo aquel que me confiese ante…, yo también lo confesaré” (Mt 10, 32-33), o revisar Mt 7, 24-27.

Repite palabras en algunas secciones insistiendo en términos que preocupan al evangelista, como, por ejemplo, el verbo “hacer” en el Sermón de la Montaña, que aparece 11 veces en sólo 16 versículos. La enseñanza debe, pues, en la intención de San Mateo, ser “hecha”.

Estructura ciertos pasajes “concéntricamente”, que le dan al Evangelio una cuidada elaboración literaria. Esto se ejemplifica en el “Padrenuestro” (Mt 6, 9-13), colocado en el centro del pasaje anteriormente citado del Sermón de la Montaña y que convierte, así, en la clave de bóveda de todo lo que hemos escuchado.

San Mateo, asimismo, usa “fórmulas” que descubre el carácter didáctico del evangelista que busca que algo quede grabado en la conciencia de los oyentes. Lo observamos en casos como el que sigue “Habéis oído que se dijo… pero yo os digo” (Mt 5, 21-48). Esta fórmula sale hasta 6 veces en este pasaje.

Por último, referido a este apartado de lengua y estilo mateano, se vale de “ordenaciones triádicas”. El evangelista tiene predilección por el número 3. En múltiples pasajes se observa la distribución de los mismos en 3 secciones: Sermón de la Montaña, la sección central respecto al ayuno, la limosna y la oración.

Obra, finalmente de personalidad propia, escrita en griego que sugiere un ambiente cultural cercano al judaísmo.