SAN MATEO Y SU EVANGELIO – 14

by AdminObra

El aprendizaje es especial. No es una mera instrucción teórica. Los discípulos de Jesús aprenden conviviendo: son testigos privilegiados de su ENSEÑANZA, MILAGROS, COMPORTAMIENTO con los pecadores y su constante aceptación de la voluntad del Eterno.

La convivencia con El constituye una instrucción vital constante.

 

A diferencia de las multitudes que los siguen espontáneamente y de quienes van en pos de Jesús por haber experimentado algún milagro, los discípulos han sido expresamente llamados por el Señor (Mt 4, 18-22; 9, 9). Esto los diferencia en su misma raíz de la usanza rabínica, según la cual es el discípulo quien ha de buscarse un maestro. En este caso, es el Maestro el que busca al discípulo, el que debería ser su discípulo.

El centro de interés no es el conocimiento transmitido, sino la Persona del Maestro. No se estudia la Torá, estudian a Jesús, Señor Nuestro.

El discípulo rabínico aprende durante un tiempo. Es transitorio. Aspira a ser “rabí”. Los seguidores de Jesús viven su condición de discípulos como algo definitivo, y deben verse como “hermanos” (Mt 23, 8).

No es de extrañar, pues, que algunos entendidos digan de este Evangelio que es un “manual de aprendizaje para discípulos”.

Bien, pues hasta aquí este bloque sobre los aspectos que caracterizan al primer Evangelios.

A partir de mañana veremos su teología, o aspectos teológicos del mismo.