San Lucas – 1

by AdminObra

Este año corresponde la proclamación del Evangelio según San Lucas en los domingos del Tiempo Ordinario de una manera cuasi continua.

Veremos algunos rasgos biográficos de este evangelista, el tercero, y de las características de su Evangelio para que podamos quedarnos con más detalles y así comprender mejor que es lo que Jesucristo, Nuestro Señor, nos quiere enseñar.

San Lucas nación en Antioquía de Siria como enseñan textos como los “Prólogos monarquianos”, Eusebio de Cesarea (ss. III-IV) y San Jerónimo.

No procede, pues, del judaísmo, lo cual es un detalle importante. Es gentil (leáse Col 4, 10-11). El Libro de los Hechos de los Apóstoles, también escrito por él, y una especie de continuación del tercer evangelio, nos confirma en este gentilicio cuando se ve la cantidad de aspectos que conoce de los cristianos de Antioquía.

San Epifanio de Salamina (s. IV) dice que fue uno de los “setenta y dos” discípulos de Cristo (Lc 10, 17-20). Pero no parece verdad, pues el mismo San Lucas dice que él no fue un “testigo ocular” (Lc 1, 2). Al tiempo, lo negaron con su autoridad San Irineo de Lyon (s. III) y San Jerónimo (s. V).

No consta ni el lugar ni el tiempo de su conversión, aunque por unas palabras del Libro de los Hechos (Hch 11, 28) nos podrían hacer pensar que se convertiría pasando el año 40.

San Lucas se hace discípulo de San Pablo en Antioquía (Hch 11, 20-26). Le acompaña en casi todos los viajes. Le sigue a Macedonia (Hch 16, 10-17), y a la partida de San Pablo y Silas se queda en Filipos (Hch 16, 19-40). Le acompaña de nuevo a Jerusalén (Hch 21, 1ss). Está con él cuando San Pablo está en prisión en Cesarea (Hch 21, 18-26), aunque no se sabe si permanece con él en esta ciudad todo el tiempo de la prisión de Pablo. San Luca irá a Roma con San Pablo cuando éste apela al César (Hch 27, 2-28, 29). También está con San Pablo en lo que se da en llamar la “segunda cautividad romana” (2Tim 4, 11). San Lucas, desde el principio, ha sido uno de los máximos colaboradores de San Pablo.

Después de la muerte de éste no se sabe dónde fue Lucas. Las tradiciones le hacen predicar en muchos sitios.

De este evangelista se nos dan dos datos especiales:

  1. Fue médico. Lo testifican algunos documentos “Prologus Antinquor”, el “Fragmento Muratoriano” (s. II), Eusebio (ss. III-IV), San Jerónimo (s. V). El mismo San Pablo lo llama “el querido médico” (Col 4, 14). Se quiere ver esto en el modo de hacer relatos curaciones y en los términos que usa.
  2. También se le caracteriza como “pintor”. Según una tradición originaria de Jerusalén, Lucas habría sido pintor. La emperatriz Eudoxia había enviado a su hija Pulqueria de Roma un icono de la Virgen pintado por San Lucas. Se dice que pintaría muchos iconos. El exégeta famoso Lagrange (1855-1938) dijo que la presentación que hace de la Virgen María en su Evangelio es propia de un pintor en los “Evangelios de la infancia” de Jesús.