(publicado en la revista “La Antorcha”)
Dios creó Cielo y tierra
“Al principio creó Dios el cielo y la tierra”. Así arranca el poema de la Creación. La Palabra revela la secuencia de lo creado: primero, el Universo; después, la tierra. El autor podría haber puesto la tierra antes que el Cielo, como los relatos hindúes o mayas. Pero el orden bíblico es real.
La luz antes que el sol
Génesis relata que Dios creó la luz en el primer día, mientras que el sol, la luna y las estrellas fueron creados el cuarto para medir el tiempo, o lo que es lo mismo, que no eran el centro de la Creación (como para los mayas, o en analogía con Ra, el dios sol egipcio) sino que se ordenaban al servicio del fin último de la Creación: el ser humano.
Y esto, que podría ser contradictorio para el hombre antiguo, ya que la luz natural proviene del sol, ha sido ratificado por la cosmología física del siglo XXI.
Gracias a potentes satélites sabemos que en el nacimiento del Universo hubo un período conocido como la era de la “reionización”, donde la luz apareció antes de que se formaran las estrellas y galaxias.