El término “sanedrín” es una adaptación del término griego “synedrion”, que significa “asamblea, consejo”.
Según la literatura rabínica, el tribunal para una comunidad de menos de 120 varones adultos era de tres jueces; de más de 120 era de 23.
En Jerusalén, según la Misná (= recopilación y repetición de las tradiciones orales judías sobre la Torah –La Ley o Enseñanza- recogidas antes del siglo III d. C.) había dos tribunales de 23 miembros y también el gran sanedrín.
Éste se componía de 71 miembros, incluido el presidente, conforme a los setenta ancianos elegidos por Moisés para administrar justicia y ofrecer consejo al pueblo (Nm 11, 16).
Los orígenes de estos sanedrines están vinculados a las “gerusías” o senados de ancianos, compuestos por la nobleza sacerdotal y los cabezas de familia de los grupos más influyentes.
En los libros de los Macabeos se nombra este senado de ancianos como el organismo dirigente de la nación (1Mac 12, 6; 2Mac 11, 27-33).
Estos consejos tenían una función judicial, pero también poderes legislativos y administrativos.
El gran sanedrín era la corte suprema de justicia, verdadero intérprete de la Torah y centinela atento a defender el honor de Dios y regular la vida de la nación conforme a las enseñanzas y normas mosaicos. Por ello, se reservaba para él las situaciones más graves, como era el juicio de un falso profeta o del Sumo Sacerdote, la ampliación de la ciudad de Jerusalén, etc.
Por lo demás, sus miembros, de modo especial el Sumo Sacerdote, eran los representantes oficiales del pueblo judío ante la autoridad romana.
Este gran consejo aparece mencionado por primera vez, aunque con el nombre de “gerusía” en tiempos de Antíoco III de Siria (s. III a. C.).
Con el nombre de “synedrion” está atestiguado desde el reinado de Hircano II (s. I a. C.).
En tiempos de Jesús, este consejo de Jerusalén estaba formado por la nobleza sacerdotal, la aristocracia laica y los escribas.
En cuanto a las ejecuciones capitales, exceptuando los delitos religiosos aceptado pro Roma, tenían que ser aprobados por el prefecto romano.
El lugar de reunión del gran consejo era la Sala de las piedras talladas, que el Talmud (= “enseñanza”, texto sagrado judío de la Torah oral subdividido en seis órdenes como la Misná) coloca en el lado occidental del Templo. Tengamos presente que el Templo estaba construido con piedras no talladas.