PREPARANDO PENTECOSTÉS 5 – don de fortaleza

by AdminObra

No basta que tengamos pensamientos elevados y deseos fervientes: hemos de contar con una firme voluntad al servicio de esos pensamientos y deseos.

La fortaleza es necesaria. Y puesta al servicio del bien es la mejor colaboradora de nuestra tarea, así como la mejor protectora de la ya realizada. Hay que ser fuerte para llevar a cabo una obra y para mantenerla.

Por esta razón, el Espíritu Santo ha incluido la virtud de la fortaleza entre los dones que nos otorga con la gracia.

Se puede adquirir a base de repetir actos.

Pero esta virtud ha de ser mayor a la hora de afrontar la salvación, pues los medios humanos no llegan. Esta virtud se nos ha dado en el bautismo, pero debemos darle curso. Hay que emplear el recurso que Dios nos ha dado.